BESTIARIO HUMANO

PRIMERA PARTE DE UNA TRILOGÍA

Nuestra lealtad es para las especie y el planeta. Nuestra obligación de sobrevivir no es sólo para nosotros mismos sino también para ese cosmos, antiguo y vasto del cual derivamos.
Carl Sagan.

Por Viridiana Nárud

Bestiario

“Bestiario Humano” pertenece a una trilogía llamada Biótica, la cuál, en palabras del director y autor Diego Álvarez “analiza la relación entre el hombre y el resto de las especies del planeta. El objetivo es explicar la extinción masiva que sucede hoy en día desde una perspectiva social, política y biológica. “
Para entender esta obra debemos saber que es el resultado de un proceso de investigación por parte del grupo Principio: investigadores escénicos. “Bestiario Humano” es la primera parte de la trilogía y como tal se notan las bases para la evolución de éste trabajo.

En “Bestiario Humano” aún encontramos la relación que tiene el autor entre el mundo narrativo y el postdramático (entendiendo que la teoría del postdrama trata de restar importancia al texto de la obra). En esta primera parte de la trilogía encontramos un texto documental y ficcional que trata de denunciar y hacer reflexionar al espectador a través de la enunciación y denuncia de las guerras que han vivido países oprimidos como el caso de África. Esta denuncia se complementa con la ayuda de un dispositivo multimedia creada por Daniel Primo.

Lo que vemos en “Bestiario Humano” es la búsqueda del autor de su propia identidad. Ya que todavía en esta primera parte de la trilogía existen puntos donde la obra cae y pierde el ritmo. Como en los casos en que las actrices comienzan a enunciar las fechas de las guerras o lo que ha sucedido en la historia de estos países. Algo que en “Animalia”, segunda parte de la trilogía, se encuentra más madura ya que el texto pierde importancia y es el dispositivo escénico el que tiene la fuerza narrativa.
Si bien es cierto que el exceso de información hace que al público se le dificulte entender la obra, ya que no sólo son las actrices que en ocasiones manifiestan la historia sino también el dispositivo multimedia, que de la mano de estas mujeres, proyecta fechas e imágenes de los países oprimidos. Estas proyecciones no permiten leer todo lo acontecido.
La fuerza resurge y el ritmo se levanta cuando el discurso de estos investigadores se une. Esos momentos son los aquellos donde el texto se encuentra casi aniquilado y abren paso a las imágenes y sensaciones generadas por las actuaciones; la multimedia, la iluminación y el diseño sonoro.
Cabe mencionar que el diseño sonoro a cargo de Isai Flores, se encuentra bien pensado y no se parece el sonido como algo externo a la obra sino un complemento de ella. Lo importante en esta obra no es el conflicto, sino todo el mecanismo escénico generado por este grupo de investigadores. Su importancia radica en que tratan de generar nuevos canales de comunicación con el espectador dejando atrás el modelo clásico de la narrativa teatral.

Como director, Diego Álvarez, aún muestra incomodidad al presentarse en espacios más grandes –como el Teatro Sergio Magaña o el Juan Ruiz de Alarcón– que los alternativos Teatro La Capilla y el desaparecido Foro El Bicho. Esto se nota en cómo los actores transitan el espacio y se ven perdidos en ocasiones. Sin embargo, siempre es interesante ver la evolución de este joven director que crece con cada obra. Ya que en cada proyecto del joven director muestra el resultado de sus reflexiones en las investigaciones.

Por otra parte, es necesario denunciar que las jóvenes compañías que se presentan en el Teatro Sergio Magaña, encuentran grandes dificultades para atraer audiencia no sólo local sino externa. Esto se debe no sólo a los malos tratos de las personas en taquilla, quienes casi siempre se encuentran malhumoradas, sino también a la mala difusión o inexistente por parte de este espacio y el Sistema de Teatros.

Existe una realidad en el teatro independiente mexicano, las becas o apoyos institucionales o por parte de fondeadoras no son suficientes. Así que estas jóvenes productoras no pueden invertir en publicidad para atraer nuevos espectadores. El teatro Sergio Magaña, pareciera ser habitado sólo por los trabajadores, aventureros o amantes del teatro que se atreven a ir hasta Santa María la Ribera. Es necesario que los habitantes de esta colonia creen lazos con un espacio cultural y deseen ir a él. Esto se logra a través de programas culturales que rehabiliten este espacio y que los costos para sus habitantes sea más accesible.

El teatro necesita espectadores y sistemas que lo apoyen. Así se crea una cadena que apoya a toda una comunidad teatral y social.

BESTIARIO HUMANO
Dramaturgia y dirección: Diego Álvarez Robledo
Elenco: Veronica Bravo, Rosalba Castellanos, Sofía Sylwin, Miriam Romero y Lucía Uribe.
Dispositivo multimedia y videoproyección: Daniel Primo.
Escenografía e iluminación: Diego Álvarez Robledo.
Música y diseño sonoro: Isaí Flores.
Teatro Sergio Magaña (Sor Juana Inés de la Cruz 114, Santa María la Ribera)
Hasta el 6 de diciembre
$132 general