La Cabra Salvaje lleva teatro espontáneo a la Sala Novo

Por Redacción / 28 de octubre de 2019

La Cabra Salvaje presenta “Memorias a la deriva”, una propuesta escénica que usa  la metodología del Teatro Espontáneo. Un grupo de cinco intérpretes da vida a las historias que proponen los y las espectadoras, quienes comparten desde situaciones actuales hasta anécdotas complejas y significativas.

Para que las historias narradas se transformen en improvisaciones escénicas, una conductora o conductor dirige el diálogo entre lo que ocurre dentro y fuera del escenario. Solamente habla quien así lo desee.

En esta interacción teatral se va construyendo una experiencia única  donde se refuerzan los lazos sociales a través de visibilizar y resignificar las historias individuales. Esto se logra porque los espectadores se vuelven personas activas y creadoras del acontecimiento teatral, y no solamente observadores.

La función es un laboratorio de la vida e imaginación de una comunidad. Reconoce todas las historias de vida como material digno de ser escuchado y representado.

“En nuestra manera de abordar el Teatro Espontáneo, lo fundamental es devolver las anécdotas que cuenta la audiencia desde metáforas corporales y distintos tipos de escenas, y no la representación literal de las mismas. Ponemos en primer plano la lectura polisémica que cada persona pueda hacer de su propia historia para encontrar nuevas perspectivas”, comenta Alejandro Bastién Olvera

La Cabra Salvaje la conforman Lizet Alvarado Feliciano, Alejandro Bastién Olvera, Ingrid Castro González, Ricardo Lomnitz Soto y Manuel Sosa Fernández. Entrenan a partir del teatro físico e improvisación, por lo que las funciones tienen un alto contenido de danza, humor y fuerza física.

Quedan 3 funciones: los domingos 3, 10 y 17 de noviembre a las 6 p.m. La función dura aproximadamente 100 minutos. La entrada cuesta $200. Hay descuentos para adultos mayores, estudiantes y maestros.

Se presenta en la Sala Novo del Teatro La Capilla ubicado en la calle de Madrid #13, en la alcaldía de Coyoacán. Síguelos en su Facebook.

Crítica: La reunión

Por Viridiana Nárud (@viridianaeunice)


El contar cuentos en la Historia de la humanidad ha sido un arte que requiere de oficio. El romper las reglas necesita de maestría. Una historia debe tener un inicio, un intermedio, un clímax y un final. El orden no importa. Se puede comenzar por el final y contar una historia. Si nos vamos por la línea de la Nouvelle Vague en donde se busca la máxima libertad de expresión sin ataduras técnicas, encontramos dentro de esta ruptura una necesidad íntima y honesta de expresión, que no deja de emocionar al espectador. Un claro ejemplo es Jean Luc Godard en donde sus filmes muestran, en su mayoría, la expresión intima de sus personajes sin seguir ninguna regla narrativa. Crea una nueva manera de hacerlo. Por lo tanto, vemos que se ha roto la regla para crear una nueva forma: ya no se habla del mundo exterior de los personajes y cómo es que éste afecta sus vidas; se habla del mundo interior y cómo éste crea el mundo de los personajes.

En el caso de “La Reunión” nos enfrentamos a una dramaturgia sin rigor alguno: el tono y el género se hacen a un lado y por lo tanto no sabemos a qué nos enfrentamos. ¿Podría ser esto algo innovador e interesante? En teoría, esta obra es la reunión entre la Reina Isabel la Católica y Cristóbal Colón; en este encuentro los personajes comienzan hablar de la conquista de las Indias, la esclavitud y la masacre de los indios. No hay matices: Cristóbal es un malo cínico e Isabel una reina sin mucha personalidad. Mientras transcurre la obra, uno llena con nuevos datos lo que fue la Conquista, sin tomarlos muy en serio porque, además de estar dentro de una ficción, tampoco se arrojan datos duros. La permanente tibieza es la constante de la obra.

La dirección de Pilar Boliver se vuelve protagonista y enfrenta lo que todo director hace cuando no sabe contar una historia: juega con la escenografía haciendo trazos escénicos innecesarios que no cobran sentido. También la creación de cuadros, antigua escuela del teatro, se vuelve predecible. Sin entender que el cuadro se encuentra guiado por la emoción del personaje y que ésta es la que guía la dirección, no al contrario. La escenografía de Matías Gorlero es sobria y hermosa, justa en su medida. Los actores son buenos, sólo se enfrentan a una trama sin sentido.

Al final, todo se resuelve en un Deus ex machina. Fantasmas y muertos cobran vida. No es terror, tampoco es histórica. Una obra que en su pretensión se quedó corta y que recuerda que el saber contar historias es un arte y que en el teatro incumbe tanto al dramaturgo como al director. Los actores, como nobles del arte, sólo se someten a estas dos voluntades.

 

DATOS DE TEMPORADA

La Reunión se presenta hasta el 1 de diciembre los viernes a las 20:30 horas, sábado 19:00 horas y domingo 18:00 horas. El costo del boleto es de $300. Las localidades están disponibles en la taquilla del
Centro Cultural Helénico ubicado en avenida Revolución 1500 y en la página de internet www.helenico.gob.mx

Intentos para deshacerse del dolor

Mil Grullas Teatro interviene cinco espacios no teatrales

Por Johana Trujillo / 24 de octubre, 2019

Mil Grullas Teatro, fundada en 2016 por Paulina Orduño, Belén Mercado e Isaí Reveles, es una compañía que produce piezas escénicas que conducen al espectador a generar una mirada consciente y crítica. Su primera obra original fue “Intentos para deshacerse del dolor”, que se estrenó en 2016 en el recién desaparecido Microteatro México. Este año nos contarán la historia completa de la chica que necesita deshacerse del dolor.

La actriz Paulina Orduño es la protagonista, quien harta de extrañar a su ex-pareja, decide escribir una lista de todas las formas que existen para extirpar el dolor y está dispuesta a llevar a cabo cada una de ellas con tal seguir adelante con su vida. La comedia nacida de la pregunta ¿para qué carajos existe el dolor? es un texto de la dramaturga Aída del Río a partir del original de Paulina y el director Mauricio Montesinos.

“Intentos para deshacerse del dolor” intervendrá el Teatro Humanitas de la Universidad Humanitas Madín, el Centro Cívico Satélite, Foto Museo Cuatro Caminos, el gimnasio Warrior Factory y el Centro Cultural Luis Nishizawa, al norte del valle de México. Dará nueve funciones los jueves 8:30 pm y sábados 7:00 pm, del 9 de noviembre al 7 de diciembre. Podrás comprar tus boletos sólo a través de Boletia en el siguiente enlace: https://boletia.com/eventos/intentos-para-deshacerse-del-dolor

Fechas y sedes

Este es el calendario de sedes y fechas para que puedas elegir la sede que mejor te quede:

  • Teatro Humanitas Madín de la Universidad Humanitas Madin, Dirección: Camino Vallejo a Madin 38B, Camino a madin, Atizapán de Zaragoza

Sábado 9 de noviembre, 7:00 pm

  • Centro Cívico Satélite Dirección: Circuito Médicos 77, Cd. Satélite, Naucalpan de Juárez

Jueves 14 de noviembre, 8:30 pm

Jueves 21 de noviembre, 8:30 pm

  • Foto Museo Cuatro Caminos de la Fundación Pedro Meyer. Dirección: Ingenieros Militares 77, Lomas de Sotelo, Naucalpan de Juárez

Sábado 16 de noviembre, 7:00 pm

Sábado 23 de noviembre, 7:00 pm

  • Centro Cultural Luis NishizawaDirección: Tec de Monterrey Campus Zona Esmeralda, Bosque Esmeralda, Cd. López Mateos, Atizapán, Estado de México.

Jueves 28 de noviembre, 8:30 pm

Sábado 30 de noviembre, 7:00 pm

  • Warrior Factory Dirección: Paseo de Otoño esquina con Rosas, La Florida, Naucalpan, Edo. México

Sábado 30 de noviembre, 7:00 pm
Sábado 7 de diciembre, 7:00 pm

Ensayo: En defensa del actor II

Por Viridiana Nárud (@viridianaeunice)

Comienzo este amparo desde el enojo y el hastío. Un actor no es una persona necesitada de aprobación o reconocimiento público. Un actor es una persona que está dispuesta a desentender a los infiernos más profundos en busca de una emoción, de un personaje, que aunque no es él, no deja de ser él. Es esta paradoja donde el actor puede perderse. Eso es lo que pienso mientras una persona poco relacionada con el arte de la actuación escupe en contra de los actores.

Se ha puesto de moda que hacer a un lado al actor debido al drama que existe al llevarlo, para llevar a no actores en la ficción. Quizá esta necesidad de personajes más frívolos responde a un épocas donde las emociones son consideradas de mal gusto. El actor nace de dos cuestionamientos ontológicos básicos para el ser humano: ¿Quién soy? Y ¿Adónde voy? Respuestas que al no tener una respuesta certera se evaden.
La actuación es un arte en donde los cuerpos y las psiquis de las personas se ponen en riesgo. A diferencia de otras artes, el objeto es el cuerpo del actor que busca exteriorizar lo oculto. Hace visible lo invisible: da emoción a un anima que sólo se encuentra en papel.

Para poder entender un poco más a detalle y sin profundizar, podríamos ver cómo a través de la historia de la actuación existen actores que han perdido la vida por no encontrar o poder diferenciar su vida personal con la del personaje. Es conocido el mito que rodea al personaje de The Joker y cómo pone en riesgo la vida de quienes lo interpretan. También están los actores que piensan en la actuación como un performance que divierte y no por ello dejan de ser los mejores. Marcello Mastroianni o Willem Dafoe…

Basta ya de decir que el actor es un animal amaestrado o “needed”, es un buscador de emociones dispuesto a defender a lo más profundo de sí mismo para dar luz a las emociones más ocultas. Lo más parecido con quien puedo asociar su arte es con el viaje del chaman. Atraviesa el mundo de los muertos para curar los males de los enfermos.

Porque no hay que olvidar que los orígenes del teatro son rituales y que los espectadores asistían a él con la necesidad de catarsis, de dar respuesta a la incertidumbre de la vida.

Reseña: LOS CAMINANTES

Por Viridiana Nárud @viridianaeunice

En “Los caminantes”, Luis Ernesto Verdín junto a Javier Sánchez, David Sicars, Alberto Santiago y Karen Daneida demuestran la importancia del arte de la actuación. Demuestran cómo el entrenamiento físico y emocional pueden hacer de una obra poco compleja en la trama, alta en su inmersión emocional, poesía.

La obra de Verónica Musalem busca dejar atrás a la razón para lograr un texto donde la poética del amor y el erotismo cobren vida. Sin embargo, en ocasiones se resiste a dejar por completo la lógica forzando al texto a dar explicaciones lógicas en un universo en dónde no se encuentran.

“Los caminantes” más que una obra, es un espectáculo emocional que logra conectar con el público por el ritmo y cadencia de lo dicho y la interpretación de los actores. En definitiva, este quinteto demuestra cómo la fuerza de cuerpos y emociones entrenados puede alcanzar la poesía dentro de un escenario. Un espectáculo necesario en nuestros días en dónde la brújula de nuestro Amor se encuentra perdida.

LOS CAMINANTES
De Verónica Musalem

Con: Javier Sánchez, Luis Ernesto Verdín, David Sicars, Alberto Santiago y Karen Daneida

Lunes y martes 8:00 p.m. Hasta el 10 de diciembre.

Boletos $150

Teatro Julio Castillo del Centro Cultural del Bosque (Av. Paseo de la Reforma y Campo Marte s/n, Col. Polanco Chapultepec)

Reseña: Perderlo todo, menos la soledad

O cómo encontrarse con el “yo” y el “otro”.

Fredo Godínez (@AlfiePingtajo)

I – ¿Cómo se llega a una obra?

Muchas veces he sostenido un sinfín de conversaciones con hacedores, gestores y amantes del Teatro sobre el por qué eliges ir o no a ver una obra.

El lugar común suele ser: elenco, dramaturgo, director, sinopsis de la obra y en extrañas ocasiones la compañía productora.

El título de la obra no es una de las elecciones de las personas con las que llegué a hablar. Y es que a veces el nombre puede ser referencial, poético o inspirado en alguna escena o palabra que se repite mucho.

En esta última visita a la CDMX, hice una elección basada en tres motivos: conocer la dramaturgia y actuación de Valeria Fabbri, y lo poético del nombre: “Perderlo todo, menos la soledad”.

 

II – El “yo” ante la obra.

Después de la espera acostumbrada entro en la sala, primera fila y en medio, siempre me ha gustado ver las obras desde ese lugar. No me gusta ver las cabezas de nada y no quiero que nada me estorbe para ver limpiamente a las actrices y actores, así como al escenario.

Me impresiona ver un escenario que bien podría participar dentro de las exposiciones/intervenciones arquitectónicas que se instalan en la Alameda Central, dentro del famoso Mextropoli.

Lejos de parecerme ruidoso, me llamó la atención saber cómo iban a utilizar la misma a lo largo de la obra.

La obra ha comenzado y en la parte más alta del escenario, aparece -la que asumo será- la protagonista de la obra. Su presencia vocal y actoral en escena lo marcan. Y como dictan los recetarios de escritura: la primera escena atrapa y llama la atención: algo extraño le está pasando a la protagonista y no sé qué es. Sólo sé que tiene unas ganas de volverse invisible en una ciudad, donde esa ya es una condición de vida. Sin embargo, la protagonista vive una etapa de esas que uno suele tener: soltar todo y largarse sin mirar atrás. Ella ha deseado cambiar de aires y se ha ensimismado tanto en ese deseo que sin darse cuenta ya recorrió toda la línea 2/línea azul del metro y está llegando por tren ligero al Estadio Azteca.

Luego, también sin darse cuenta, se percata que su cuerpo sigue en la estación Zócalo del Metro y ella anda en algún otro lugar del mundo. Posteriormente le invade un ansia de reencontrarse con su cuerpo y al mismo tiempo entender lo qué está viviendo.

De pronto, como todo viaje místico, aparece una especie de Virgilio que se ofrece a ayudarle a encontrar su cuerpo. Él puede hablar con ella, pero no pueden verse y si eso no fuera suficiente para tener una extraña comunicación, este acompañante “místico” es un hombre mayor y con un estilo muy “propio” de hablar que provoca, constantemente, muchos errores en su comunicación.

Después de estas escenas que acontecen relativamente rápido, se vienen una serie de vueltas de tuercas que rematan y rompen al espectador o al menos a mí sí me rompió. Dejándome un sabor agridulce en la boca.

El escenario es certero. Es bien usado por los actores a lo largo de toda la obra y al final forma parte de una de las tantas metáforas que tiene.

 

III – El “yo” después de haber visto la obra

La potencia dramatúrgica y -por qué no decirlo- poética que despliega Fabbri en su texto es maravillosa. Con escenas poco pretenciosas y sí precisas y muy metafóricas logra entregar al espectador una obra que invita a reflexionar sobre: las ausencias comunicativas que tenemos como sociedad; el distanciamiento lingüístico que tenemos con las generaciones que nos antecedieron; el lugar que nos gustaría ocupar en el mundo y la forma en que nos percibimos como individuos ante nosotros mismos y ante la masa.

Entré esperando una obra que hablará de la soledad desde un punto de vista, casi romántico, y salí confrontado con mis procesos internos que estaba y sigo viviendo: saber cómo afrontar la soledad circunstancial y la soledad que uno elige; seguir aprendiendo a vivir con mis grandes lapsos depresivo/ansiosos y no fracasar en el intento.

A veces es tanta la desolación que he olvidado que puede uno sobrevivir sin el cariño o comprensión del otro, pero cuando pierdes el propio; entonces ya se convierte uno en un muerto viviente.

Y al mismo tiempo; esta obra me vino a recordar que mientras sepa dónde y cómo estoy, será más fácil que alguien logré encontrarme para acompañarme el tiempo que la vida y la circunstancias lo permitan.

A veces, dicen por allí que para encontrarse es necesario extraviarse un poco.

 

IV – Epílogo

No sé, si en verdad este es el objetivo del texto y de la dirección de la obra; empero yo salí de esa forma. Cada uno tendrá su propia versión/visión/sensación de la obra y en eso radica la belleza del Teatro.

-o-o-o-o-
“Perderlo todo, menos la soledad”.
Dramaturgia: Valeria Fabbri.
Dirección: Cecilia Ramírez Romo.
Elenco: Miguel Flores, Paulina Méndez y Valeria Fabbri.
Teatro La Capilla (Calle Madrid #13, Col. Del Carmen, Alcaldía Coyoacán, CDMX).
Jueves: 8PM.
Hasta el 26 de septiembre de 2019.
Duración: 80 minutos.

Toia&Callaci, argentinos viajeros que hacen teatro popular

La compañía que trae de gira El ángel de la valija

Por Johana Trujillo (@jOtrujilloA)

13 de septiembre, 2019

Agustina Toia y Severo Callaci llevaban años trabajando cada uno por su cuenta. La traducción al italiano de “El ángel de la valija” les llevó a crear en 2017 su compañía Toia&Callaci.

“Venimos trabajando desde hace más de 10 años en la creación independiente de espectáculos ya sea en Argentina, América Latina y Europa. Cada quien en diferentes grupos como actores, directores y productores. Fue hace dos años cuando decidimos unirnos como compañía y empezar a trabajar juntos. Nos gusta viajar y poder llegar nuestro trabajo a la mayor cantidad de lugares posibles”, comenta Agustina Toia.

 

La Gira Mexicana 2019

Ahora viajan con “El ángel de la valija”. Mientras, están armando un nuevo proyecto sobre el universo femenino. Severo estará a cargo de la dirección y Agustina actuará.

Agustina me cuenta que la gira por México nació porque a fines del 2018 fueron seleccionados por el Festival Internacional A Escenabierta de Guanajuato 2019. “También habíamos quedado seleccionados para unas fechas cercanas en dos festivales en Europa y no queríamos decirle que no a nada. Fue así como pensamos en ampliar la gira por México ya que veníamos desde tan lejos”, dice Toia.

Contactaron a la productora mexicana Viridiana Mendoza, y se creó un equipo de trabajo con el que comenzaron a trabajar sin conocerse y a la distancia. “Es nuestra primera vez en el país y estamos felices, nos han recibido con mucho profesionalismo y mucho amor, que es el que hace siempre la diferencia”.

Han tenido muchas funciones ya. Se han presentado en Guanajuato, Veracruz y Michoacán. Este 19 y 20 de septiembre estarán en Cuernavaca. El 24 de septiembre en la FES Acatlán, el 25 de septiembre en el Centro Cultural El Hormiguero en CDMX. Finalmente, en Oaxaca el 28 y 29 de septiembre.

 

El proceso de creación de Severo Callaci

“El ángel de la valija” es fruto del trabajo de un actor y un dramaturgo a lo largo de 7 años. Severo cuenta que comenzó a partir de un taller que dictó el también director del espectáculo, Sergio Mercurio. “Esta experiencia tenía como objetivo encontrar una poética personal. A partir de ese taller fue que comenzamos a trabajar, a buscar el espectáculo”.

Su espíritu viajero alargó el proceso un poquito. “Como vivíamos en dos ciudades diferentes y viajábamos mucho, nos íbamos encontrando en diversos periodos de trabajo. Íbamos probando cosas, yo luego las trabajaba solo y se las volvía a mostrar tiempo después. Muchas de esas cosas quedaron en el espectáculo, y otras no”.

Y es que el tiempo permite que la creatividad surja, pero da tiempo de encontrar lo más rico. “Fuimos encontrando en el lapso de esos siete años una profundidad muy interesante, todo se fue uniendo y justificando en si mismo. Cuando uno trabaja de esta forma artesanal, solo queda lo mejor de lo mejor. Y eso es lo que se ve en la obra”, concluye Callaci.

Toia&Callaci hacen teatro popular

Para esta compañía argentina el Teatro es una forma de comunicarse con ellos mismos y con el mundo. “A través de la escena poder inventar un universo y poder decirle al mundo lo que pensamos y deseamos. Para nosotros siempre fue así, hasta los dolores más grandes han caído en la escena”, comparte Agustina.

Ellos crean un teatro donde la gente ríe y se emociona. “El teatro popular es aquel que esta hecho de elementos, personajes y situaciones que todos conocemos, que están todo el tiempo a nuestro alrededor, en la calle, en nuestras casas, en nuestras vidas”, me cuenta Severo.

Ese teatro tiene una búsqueda abierta, “que es para todo publico, que es inclusivo, que lo puede ver e identificarse cualquier persona de cualquier edad o clase social”. ¿Y cómo lograron que la obra provocara esa identificación y descubrimiento en el público?

 

Deseos y aprendizajes del oficio de hacer teatro

Si el teatro hablar a través de Toia&Callaci nos diría que podemos “abrir puertas, pensar, buscar el amor, encontrarnos de verdad, sin pantallas y sin prejuicios, estar, simplemente estar. Observar y creer en lo posible. Que el misterio y la poesía, la belleza y el humor van de la mano, y nosotros con ellos, bien agarrados. Cantar, sentir la música, emprender un viaje, compartir”

Para Agustina el teatro puede ser un verdadero instrumento de transformación social y humana. “Creemos profundamente en esta forma de hacer teatro, donde se propone un encuentro real con los espectadores, donde lo que ve y oye, nos hace pensar, sentir y emocionarnos”.

Han trabajado muchos años de manera independiente. Entre lo que han aprendido es “saber convivir con la incertidumbre pero a la vez creer profundamente en nuestro trabajo y en nuestro modo de hacer teatro. Uno tiene que procurarse la invención, pensar en los dispositivos escénicos, luego vender la obra y también hacer las luces y el sonido”, me comparte Agustina.

Hay muchas formas de vivir del teatro, ellos eligieron el teatro popular. Ese teatro “que no tiene dificultad para comunicarse con la gente y llevarlo adonde haya un público que quiera verlo, grandes ciudades y pequeños pueblos, a teatros enormes y también en pequeñas salas que nos abren las puertas. Así logramos vivir del nuestro Teatro, y trabajar mucho, ensayando, pensando en la próxima puesta, organizando giras”.

 

También darán un taller de entrenamiento físico-expresivo y composición de personaje en el Centro Cultural El Hormiguero. Conoce los detalles.

¿Qué problema tiene la convocatoria de Sistema de Teatros?

Una invitación a ver el valor de Central Digital de Artes Escénicas e indagar en algunas creencias arraigadas en la comunidad del teatro en CDMX.

Por Johana Trujillo (@jOtrujilloA)

11 de septiembre de 2019

Estimado creador escénico/artista que quieres participar en la convocatoria del Sistema de Teatros de la CDMX:

Si tú ves la propuesta de selección para la Programación 2020 como un concurso de popularidad sólo porque habrá cuatro proyectos seleccionados por más “Recomiendo”…

Quiero aclararte primero lo que sucederá con todos los proyectos que se inscriban desde la Central Digital de Artes Escénicas. La selección por “recomiendo” será de un sólo proyecto de las siguientes categorías: artes escénicas incluyentes, artes escénicas de jóvenes talentos, artes escénicas sobre identidades mexicanas y artes escénicas con perspectiva universal. Son un total de cuatro proyecto, el resto será elegido por el Comité de Selección. En promedio llegan a elegir 80 pero no es un número específico.

¿Cuáles son las consecuencias que estás viendo de hacer este tipo de dinámicas? Por otro lado, entiendo que seas artista y no “influencer” pero sí lo eres. Eres un “influencer” en tu sector porque participar en esa convocatoria y ser seleccionado aumenta tu credibilidad. Sin embargo, tal vez no lo seas en redes sociales porque no tienes los millones de seguidores que puede tener un Miguel Conde o la banda Café Tacuba. Y está bien, tal vez tu prioridad es crear no tener más visibilidad.

¿Te preguntas cuál público porque crees que es nulo el que tiene el sistema de teatro?

Recuerda: que no haya suficiente público en las salas (o que sean sólo conocidos de tu producción) no significa que el teatro no tenga su público. ¿Te has puesto a contar del total de asistentes qué porcentaje se enteró por el teatro, por tí, por los medios en los que se publicitaron? ¿Tienes datos duros que sustenten el que digas que no hay público o que sólo van los que tú llevas? ¿No es tu trabajo porque lo tuyo es crear? Entonces ármate de un equipo de difusión que pueda dar seguimiento a eso para poder empezar a tomar decisiones sobre qué estrategias hacer para darle la vuelta a esta situación.

¿En qué beneficiaría a Teatro en tu barrio, Teatro en plazas públicas o al Sistema de teatros unos “likes”? En visibilizar la plataforma Central Digital de Artes Escénicas, una iniciativa que permite visibilizar tu proyecto escénico incluso aunque no se encuentre en temporada. Por tanto también visibiliza tu proyecto.

CENTRAL es una plataforma que conecta al interesado en conocer espectáculos de diferentes disciplinas con los hacedores de artes escénicas. ¿Quieres aprovechar ese potencial o no? Si no, entonces ¿cómo te gustaría que fuera la selección de proyectos en Sistema de Teatros Ciudad de México? ¿Te gustaría diseñar una convocatoria con la institución, otras compañías de artes escénicas y los espectadores que vamos al teatro?

Sobre el jurado y el criterio artístico

Quizá también te parece absurdo que se apoye una competencia entre ustedes porque crees que se pierde la calidad en la selección y el criterio artístico. Pero entrar a la convocatoria es competir con otros también. Sólo que ahora hay dos jurados: un Comité de Selección y el público que decida entrar a la plataforma a votar. ¿Qué evidencia tienes que el público no tiene criterio si la gente que más va al teatro es la universitaria? ¿Cuál es el público que tienes en tu cabeza, cómo lo tienes caracterizado?

Si el público te parece que no tiene un criterio artístico para elegir qué obra le gustaría ver ¿de quién es responsabilidad desarrollarlo? Quien sabe apreciar esos eventos artísticos puede proponer una sesión después de una obra, pero también es una decisión personal el educar la mirada. ¿Los creadores tienen criterio artístico sólo porque estudiaron teatro, cine, música? ¿Cómo es tu criterio para elegir qué ir a ver? ¿Es mejor que el del “público” sólo por hacer teatro? ¿Conoces a cada persona que se sienta en la butaca? Puede haber psicólogos, escritores, editores, profesores, amas de casa, estudiantes, abogados, doctores, fotógrafos, periodistas, chefs y hasta actores.

Una elección ética

Si crees que el hecho de que alguien te de un “recomiendo” implica que quizá se creen correos falsos, que son sólo tus amigos o familiares o que difundirás desde lugares que te den más posibilidades de tener “likes” sin importar si le gusta o no el teatro… Es una elección ética. Así hay políticos que compran bots o le entran a las fake news para desacreditar a su competidor. ¿Cómo cambiamos ese sistema democrático?

Por eso crees tal vez que no se verá reflejada la estrategia de “recomiendo” en el público en las funciones. Y tienes razón. Eso no va a verse reflejado en las funciones si no hacen un seguimiento de esas personas y su asistencia a las funciones. Tal cual lo harías en una fiesta en tu casa. ¿Cómo sabes si llegaron tus invitados? Por que les abriste la puerta, porque hay una lista por la que hay que pasar para validar.

¿Qué piden recomendar obras que ni se han estrenado? Hacer que alguien de “like/recomiendo” o vote por ti, necesita una estrategia de comunicación y posicionamiento. Para que te conozcan y decidan votar por ti. Seguro empezarás pidiendo a tus conocidos que voten por ti, y está muy bien. Sólo no crees correos falsos para ganar. Si no, ¿qué es lo que te mueve entonces?

Provocar algo en quien mira

Último Reino, teatro sobre la animalidad y lo humano.

Por Johana Trujillo (@jOtrujilloA) / Fotografía: cortesía de la compañía.

Valentina Martínez Gallardo dirige junto a Edson Martínez Luna Último Reino, el proyecto escénico que se presenta en Un Teatro, Alternativa Escénica y que hace una analogía entre la cacería y el acto de amar. La idea surge en Buenos Aires, en 2018 durante un curso de dirección de escena que Valentina tomó con Emilio García Wehbi, un artista interdisciplinario autodidacta.

Ella llevaba varios proyectos con el tema de la animalidad y lo humano. Tuvo la idea de investigar sobre la cacería. Su encuentro con el libro “Abismos” de Pascal Quignard, “que de entrada tenía unas pinturas rupestres en la portada, y sólo abrí el libro y fue como encontrar un tesoro. Pascal es un escritor sorprendente. Y todo ese libro fue una guía fundamental para mi proceso y para mi vida en general”, dice en entrevista con Distrito Teatral.

“Además, las clases de Wehbi y otras que estaba tomando de danza con Eugenia Estévez, quién trabaja todo el movimiento a partir de la organicidad del cuerpo y de improvisaciones, hicieron que las ideas empezaran a caer. Así que tanto mi cabeza, mi cuerpo y mi alma empezaron a confluir en el mismo tema. Lo que me dio el impulso de pedir la beca del FONCA de Coinversiones”, asegura. Gratamente se la dieron y así pudo concretar todas estas ideas que surgieron en Buenos Aires.

El Colectivo Charalito nació en el 2012. Edson Martínez y Mariana García Franco, tras varios años de trabajar juntos en distintos proyectos y colaborando con compañías como El regreso de Ulises, Teatro H y Teatro Línea de Sombra, entre otras, deciden formar un colectivo de trabajo. En el 2014 Valentina Martínez Gallardo y su compañía La Justiciera, se integra generando diversos proyectos tales como: “Watashi o qué diablos”, “Yo no soy Muhammad Ali”, “Desmantelamiento de un pez”, “Mirando un vaso de agua en una habitación”, entre otras. Desde el 2018 Mariana García decidió continuar su trabajo con Teatro Línea de Sombra. Ahora el Colectivo y La Justiciera lo conforman Edson y Valentina, quienes invitan a diversos artistas de diferentes disciplinas según las necesidades de cada proyecto.

 

Su laboratorio de experimentación interdisciplinaria

Con su laboratorio de experimentación interdisciplinaria crean lenguajes teatrales nuevos. Quienes han inspirado su trabajo son artistas como Mariana García Franco, Emilio García Wehbi, Romeo Castelucci. Del lenguaje de la danza está Wim Vandekeybus y Pina Bausch. El lenguaje cinematográfico incluye a directores como David Lynch, Lars Von Trier, Tarantino, Passolini, entre otros. En el lenguaje pictórico Rothko, Soulage, Bacon, Picasso, y varios más. También está la literatura. “Generalmente no partimos de textos dramáticos, si no de ensayos, novelas, poesía, cuentos y filosofía”, comparte.

Algo fundamental para su trabajo y para los laboratorios “ha sido siempre observar el mundo. Como dice Wehbi, observar con ojos de niño cada vez y dejarnos sorprender. Eso es muy importante para nosotros y a partir de eso, tomar lo que nos sirva para crear nuestras piezas”.

Lo que ven, escuchan, leen, bailan, sienten, el momento de vida en el que se encuentren les lleva a decidir los temas que quieren trabajar. Forman el equipo de trabajo de acuerdo a lo que cada proyecto va necesitando. “En los laboratorios más que nada nos interesa ir creando atmósferas, paisajes habitables que provoquen algo en los que miran. No intentamos contar historias ni que la gente entienda algo en específico; lo que buscamos es ampliar el panorama en primer lugar de nosotros los creadores y en segundo lugar del espectador que nos mira. El interés es provocar algo en la entraña del que nos mira.”

El proceso creativo de su más reciente estreno

Último Reino no parte de un texto dramático. “En este laboratorio en específico partimos de algunos ensayos de la serie de “Último Reino” de Pascal Quignard, “Sexus” de Henrry Miller, Jacques Derridá “El animal que siempre estoy si (guiendo)”, Giorgio Agamben “Lo abierto, el animal y lo humano”, entre otros”. Durante el proceso creativo, tomó fragmentos que aportaban al desarrollo de la pieza. Además, en esta ocasión el codirector Edson Martínez también escribió algunas escenas. “No trabajamos con una dramaturgia convencional, pero si nos apoyamos en el texto. Al final hay un texto que rige la obra.”

Valentina en específico trabajó con la escritora nicaragüense Noelia Espinoza, con quién ya había trabajado para la obra “Sed”. Con ella ha encontrado complicidad para el trabajo textual de sus piezas. Ella le plantea sus inquietudes y los temas que quiere abordar y Noelia escribe. “Además ambas nos recomendamos libros y vamos nutriendo el proceso de escritura. Yo procuro darle libertad creativa, así que le dejo escribir lo que ella vaya sintiendo. A partir de ahí yo tomo lo que me sirve y lo nutro con el trabajo de improvisación que realizo en el laboratorio con todo el equipo creativo”, dice.

Respecto a si lo que hacen se le quiere llamar interdisciplinario o experimental, ellos hacen teatro. “Me parecería muy difícil no usar todas las herramientas que existen como el video, la música, la danza, etcétera. Ese es el teatro que nos gusta hacer”, afirma. Vayamos pues al teatro a participar activamente y a pensar.

Regresará por una breve temporada en el Teatro Carlos Lazo de la Facultad de Arquitectura en Ciudad Universitaria. Los jueves y viernes del 30 de enero al 14 de febrero de 2020

Blackbird: una obra oscura y necesaria

Por Fredo Godínez (@AlfiePingtajo)

I – El origen

Escrita en 2005, el dramaturgo de origen escocés se inspiró en los crímenes cometidos por Toby Studebaker en Estados Unidos.

Dicha obra ya ha sido llevada al cine bajo el título de “Una” y se estreno en 2016 en el Festival de Cine Telluride.

“Blackbird” se desarrolla en una caótica oficina donde trabaja Ray (55 años), quien es sorprendido al ser visitado por Uma (27 años); una mujer con la que se relacionó sexualmente hace 15 años.

 

II – La interpretación y el texto

Cassandra Ciangherotti interpreta de forma precisa a Uma, una mujer que durante 15 años sigue tratando de asimilar la violación sufrida por parte de Ray. Y que por extraño u oscuro que parezca ha desarrollado un apego emocional que raya en el enamoramiento.

Alejandro Calva da vida a Ray, un hombre que hace 15 años sintió atracción por Uma, de tan sólo 12 años. Con ella tuvo relaciones sexuales y pagó una condena de varios años en prisión. Tiempo después huye de la ciudad donde vivió por años para comenzar otra vida, con otro nombre, en otra parte del país.

Cassandra y Alejandro interpretan de forma magistral la extraña relación que existe entre violador y violada, seductor y seducida. Ambos habitando en dos mundos diversos: Ray se encuentra huyendo de un pasado y de una atracción anormal que le atormentan. Uma vive atormentada buscando regresar al pasado para comprender los sentimientos encontrados que la gobiernan. Habitar el presente para reencontrarse con la única representación de amor que ha conocido en vida.

Katina Medina Mora ha decidido llevar a escena una obra con una temática compleja, controvertida y oscura. Se ha valido de un par de actores que con la precisión del bisturí de un cirujano logran una interpretación nota por nota.

 

III – Mi introspección

Para todos los que habitamos en este país bello y doloroso, al mismo tiempo, no nos resulta ajena la situación violenta por la que están pasando las mujeres, y con ello la necesidad de reconfigurar la forma en la que nos relacionamos hombres y mujeres, sociedad en general.

Por ello “Blackbird” resulta una obra compleja para los tiempos que estamos habitando, pero necesaria para poner las cosas sobre la mesa y analizar (desde todas las perspectivas) lo que nos ha venido definiendo como la raza animal que somos.

El arte nunca debe aleccionar, pero sí debe confrontarnos y cuestionarnos. “Blackbird” no sólo confronta y cuestiona, también incomoda.

No sé si es virtud propia del texto o gran atino de la dirección y el talento actoral, pero la obra parece un partido de tennis donde los protagonistas bien podrían ser: Serena Williams vs María Sharapova o Roger Federer vs Novak Djokovic. La conversación existente entre ambos personajes parece tener al espectador yendo de un lado a otro, “aplaudiendo o celebrando en los adentros el punto defendido por cada uno”. Sólo que este partido se desarrolla al revés, los jugadores buscan recuperar lo perdido, y con ellos sanar las heridas del juego.

 

IV – Una obra que debe ser vista

“Blackbird” podría mirarse desde dos perspectivas: la del abuso de poder y la de una historia de amor imposible e inadecuada para una sociedad, aún conservadora, como la nuestra. Si partiéramos desde el segundo punto de vista, esta obra narra la historia de un amor interrumpido entre un hombre adulto y una menor de edad, el cual ha sido juzgado sin comprender sentimentalmente a los involucrados. Tiempo después se reencuentran para darse cuenta de que uno ha estado toda la vida huyendo, pues no sabe qué hacer con ese amor imposible y la otra no ha descansado hasta dar con su amor eterno. Y busca darle vida, ahora que las circunstancias podrían permitir su existencia, sin juzgamiento alguno.

Ahora bien, si analizamos la historia desde la primera perspectiva, entonces estamos ante un relato de abuso sexual. Donde un hombre mayor se aprovecha del estado de indefensión e inocencia de una niña para iniciarla tempranamente en su sexualidad. Y ésta ante la confusión y la incomprensión del hecho, ha vivido una vida donde no sabe si lo que necesita es una disculpa.  O está experimentando una especie de apego/codependencia con su agresor que, al parecer, ha representado la única experiencia sentimental y sexual que la protagonista ha tenido.

Sin duda, “Blackbird” es una obra que debe ser vista por todos. Debe servir como punta de lanza para comenzar a discutir: la diferencia entre amor y deseo; los distintos tipos de deseo sexual que existen; comprender el amor y el deseo desde la psique, pero también desde la filosofía. Definir cómo podríamos, deberíamos y tendríamos que actuar ante los distintos tipos de deseos sexuales que existen. A la vez, entender y comprender que los delitos de índole sexual no sólo deben ser castigados con privación de la libertad sino venir acompañados de una asistencia psicológica y sexual. Para que el infractor, realmente, logre comprenderse, controlarse y con ello rehabilitarse.

En fin, existe mucha brecha por recorrer en estos ámbitos. Y la mejor forma de abrir el debate y sensibilizarnos es por medio de las expresiones artísticas. Vayan pues a ver “Blackbird” y abramos el debate.

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“Black Bird”
Dramaturgia: David Harrrower.
Dirección: Katina Medina Mora.
Elenco: Cassandra Ciangherotti y Alejandro Calva
Foro La Gruta del Teatro Helénico (Av. Revolución 1500, Guadalupe Inn, Alcaldía Álvaro Obregón, CDMX)
Viernes: 8:30PM, sábados: 5 y 7PM y domingos: 6PM.
Hasta el 29 de septiembre de 2018.
Duración: 75 minutos.