X ha muerto.
Autobiografía de una variable
Artemisa Téllez*
Alguien murió y antes de eso -podemos inferir- había vivido. Como vivió tuvo que haber nacido de alguien y haber tenido un cierto tipo de relación con esas personas, relación que, desde luego, marcaría el tono de sus relaciones posteriores… La variable muestra un lugar intermedio entre algo que está vacío y algo que está lleno: “alguien” no es una persona en particular descriptible, definible, cognoscible; pero tampoco es “nadie”, la negación del ser, “nada”.
La matemática ha jugado bellamente con esta indefinición, “alguien” llamado “x” en la mayoría de los casos, no es un desconocido, sino fundamentalmente un alguien a ser conocido, descubierto en su valor; develado. El objetivo último de “x” en todo algoritmo es ser adivinado por el otro, no de manera aproximada, sino exacta. Esto, en lenguaje de improvisación teatral, es lo que busca X ha muerto.
Cuatro personajes en escena: dos femeninos, dos masculinos, cuatro sillas, una pantalla y una enorme cantidad de pares de zapatos… ¿La historia? Todavía está por escribirse…
X ha muerto
Hasta el 31 de agosto
Foro del Tejedor
Domingos 18 hrs.
Adolescentes y adultos
$150
*Escribidora, tallerista y teatrohólica