LA VERITÀ
LO SUBLIME Y SURREALISTA
Todo lo más vil se tiene que sublimar.
Salvador Dalí
Por Viridiana Nárud @viridianaeunice*
La historia del telón de Dalí resulta fascinante, surrealista. Sólo los grandes artistas son capaces de volverse en mito después de su muerte. La pieza fue creada en 1944 por Salvador Dalí en Nueva York para su versión “Tristán e Isolda”. El telón se encontraba abandonado en una caja de madera y fue descubierto en un teatro 60 años después. La fundación dueña de éste telón, decide mantener el anonimato y buscar a Finzi Pasca, director de la compañía que lleva su nombre, para expresarle que puede utilizarlo para su siguiente obra. Así es como nace ‘La Veritá’.
Además del telón, Finzi, toma los últimos años de vida del Salvador Dalí para crear la obra. Ya que según el propio autor es la parte más desconocida del pintor, pero más interesante. ‘La Veritá’ es el recorrido ante el pensamiento místico, científico de este gran genio. Quien para poder crear su personalidad desarrolló una idea de lo que Dalí era, ante él, su familia y el mundo. Todo esto para diferenciarse de su hermano mayor, quien murió unos días antes de su nacimiento, sus padres en una negación de la muerte, deciden nombrar al segundo vástago del mismo modo que el primero: Salvador.
En ‘Diario de un Genio’ Dalí dice: “Me creí muerto antes de saberme vivo. Los tres Salvadores que se enviaban sus imágenes como tres espejos –-uno de ellos Dios crucificado, conjuntado con el otro que era un muerto y el tercero que era un padre imperialista —me impedían vaciar mi vida en un molde tranquilizador, e incluso añadiría que me impedían ser yo mismo. (…) Había perdido la imagen de mi ser, me la habían robado; yo no existía sino por delegación y sustitución” Toda está frustración llevó a gran genio a sublimar su existencia vil representada en cuadros y escritos prolíficos.
Sin duda, Finzi, ha hecho una reflexión profunda del pensamiento y obra de Dalí. Ello queda reflejado en la idea de la teoría de la incertidumbre de Heisenberg, en teatro. Idea que persiguió a Dalí toda su vida. Heisenberg, establece la imposibilidad de que determinados pares de magnitudes físicas sean conocidas con precisión arbitraria. Si esto lo traducimos en el trabajo de Finzi, quiere decir que la realidad no puede ser apreciada en su totalidad, sino desde el punto de vista del espectador. Para ver esto en escena, Finzi, ha dibujado pequeños cuadros dentro de un gran cuadro. Por lo tanto podemos apreciar pequeños detalles que nunca se han separado de una gran estructura. Lo cual nos lleva a la J. D. Watson y F. H. C. Crick, quienes en 1953 publicaron “Molecular structure of nuclear acids”, esta publicación provoca en Dalí un nuevo cambio en su pensamiento y es la prueba de que Dios existe. En una entrevista el genio dice acerca del ADN: “Creo que desde la primera molécula viviente, hasta la última, la más excremental, todo se transmite ineluctablemente genéticamente. Según la estructura del ADN.”
Finzi ha creado un sueño pitagórico donde la ciencia, la música, la actuación y el arte circense se vuelven uno. Nos incita a la revelación de un sueño, el cual se encuentra unido a una realidad llamada arte, donde lo sublime, palabra que a Dalí fascinaba, se vuelve un acto tangible. Al menos por un instante, Finzi y su compañía, generan una tregua con la muerte, donde el éxtasis de la contemplación de esta gran obra, nos recuerda que pueden coexistir la mística de Dios y el amor.
Dónde y Cuándo: Cuernavaca, Morelos: 10 y 11 de abril, Teatro Morelos
Guanajuato, Guanajuato: 17 al 19 de abril, Teatro Bicentenario
Ciudad de México: 30 de abril al 17 de mayo, Teatro de la Ciudad Esperanza Iris
Guadalajara, Jalisco: 20 al 22 de mayo, Teatro Diana
Escrito y dirigido por Daniele Finzi Pasca.
Producción: Compañía Finzi Pasca.
*Escritora por necesidad, teatrera por convicción. Ha trabajado como directora, dramaturga y productora teatral, ha presentado obras en foros alternativos como: El Trolebús Escénico, Foro Shakespeare, Pandeo, Lucerna… Muchas veces se ha preguntado el por qué habría de escribir. Llegó a una conclusión: la realidad no le es suficiente. Cree que el mundo exterior tiene que ser revelado a través de esclarecimiento de las ideas y por ello el ejercicio de la crítica es fundamental. Egresada de la Escuela de Escritores SOGEM.