LA GAVIOTA

EL VUELO DE LO HUMANO

Por Óscar Alberto Fontana (@fontanaoscar)

LaGaviota

Escrita en 1896, “La gaviota” del autor soviético Antón Chéjov, es un referente indiscutible del teatro realista del siglo XIX. En esta (como en todas sus obras) confiere a sus personajes de un inquietante universo interno, y en consecuencia, un flagrante desafío para los actores que buscan interpretarlo. Chéjov pone en evidencia con esta pieza, las inagotables carencias que el ser humano posee, y su evidente imposibilidad para lidiar con ellas. De tal suerte que para entenderlo mejor, habría quizá, que tener en cuenta la forma en la que estaba estructurado su pensamiento: “Todo el sentido y todo el drama del hombre se encuentran en su interior y no en sus manifestaciones exteriores”.

Después de más de una década de haber sido dirigida por Iona Weissberg, Diego del Río decide adaptar el texto y emprender un ambicioso vuelo. Su dirección pretende hacer más asequible la obra de Chéjov al público; sin embargo la adaptación (en ocasiones) se torna pesada y la dirección no colabora a que esto no suceda. La idea de tener a los actores visibles al público la mayor parte del tiempo, atrae ineluctablemente el foco, generando una fuga de atención a lo realmente importante: la acción en escena. El recurso rompe todo el tiempo con la convención y segmenta la atención en el espectador. Es plausible el riesgo que toma Del Río con este recurso, sin embargo en una obra de dos horas se vuelve un largo y fatigoso viaje para el público, amén de no resultar tan efectivo. El manejo del tiempo es otro de los aspectos que han sido descuidados por la dirección, resulta poco creíble que después de dos años donde los personajes han sufrido cambios significativos en sus vidas, se perciban exactamente igual que al inicio; aspecto que no debe pasarse por alto en una obra de tales características.

En lo que respecta a la escenografía, Auda Caraza y Atenea Chávez, proponen un espacio casi vacío donde sólo vemos un ropero blanco que al inicio hace las veces del escenario; sin embargo la propuesta no sitúa la acción en ninguna parte. Por desgracia, ésta no coadyuva a que la obra se torne interesante, de modo que resulta cansado un escenario que se mantiene inmóvil todo el tiempo, y que bien podría – debido a su naturaleza- establecer un diálogo más estrecho con el argumento y con los personajes.

En lo correspondiente al trabajo actoral, se percibe en equilibrio. Odiseo Bichir propone un Sorin macilento y abatido por la enfermedad; mientras que Blanca Guerra, construye – por segunda ocasión- a una consagrada actriz que desdeña la tediosa vida campirana. En lo que respecta a Mauricio García Lozano, logra un Trigorin a la medida de las exigencias del texto: un personaje lleno de inseguridades, de discordias y frustraciones que va develando furtivamente. En general, el reparto logra un trabajo digno de reconocimiento.

“La gaviota” sigue resultando sumamente actual, anacrónica, a pesar del paso del tiempo. Quedará para siempre a la disposición de quienes deseen llevarla a escena en distintas épocas y circunstancias, recordándonos que somos tan vulnerables como humanos: inermes siempre al menor estímulo.

LA GAVIOTA
De Antón Chéjov
Dirección y adaptación: Diego del Río
Elenco: Blanca Guerra, Odiseo Bichir, Mauricio García Lozano, José Sampedro, Paulette Hernández, Adriana Llabrés, Carlos Valencia, Pablo Bracho, Pilar Flores del Valle.
Funciones de lunes a sábados 20:30 Hrs, domingos 18:00Hrs.
Hasta el 08 de Enero
Teatro principal del Foro Shakespeare
(Zamora 07, Col Condesa)

*Actor / Dramaturgo / Teatrista
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