SATISFACTION

DEJA LA MEDITACIÓN POR IR AL TEATRO

Por Johana Trujillo (@jOtrujilloA)*

satisfaction

El primer evento que cambió mi vida lloré. El segundo, dejé de comer. El tercero guardé silencio y mentí. El cuarto no me escuché. Así, llega un día en que te recuperas, reconstruyes y reencuentras. Y esto es lo que me provocó dejar la meditación de los jueves por ir al teatro para ir a ver Satisfaction, escrita e interpretada por Carmen Zavaleta y dirigida por Ángel Luna.

 

“Esto no empezó hoy, empezó cuando dejé de vivir con mi cuerpo. Uno deja de vivir con su cuerpo y se congela.” Con esta frase nos recibe Sara, una mujer de 45 años que se siente satisfecha… casi siempre. Que a los 17 años encontró en la comida cómo llenar los huecos del cuerpo y los dolores del alma. Que por muchos años el silencio se volvió parte de su vida por un hecho que la cambió para siempre. Que nos habla de una mujer que se le complica el mundo desde pequeña… que nos habla de todo eso que no empezó hoy sino hace mucho tiempo.

 

Hace unos meses les contaba de “Puras cosas maravillosas” y porqué valió la pena cruzar la ciudad. Hoy les digo que con Satisfaction confirmo lo que hace que para mí valga la pena ir al teatro, lo que para mí significa buen teatro. ¿Por qué? Por que para mí el buen teatro es el que te habla, te resuena, te transforma, no te deja indiferente y te hace conversar. Porque el buen teatro es el que logra que tomes consciencia de una parte de la realidad, es el que te conmueve hasta las lágrimas (como una chica que al final abrazó a la actriz), es el que te deja sorprendido y con un “¿Oye tía, esto es real?” (como el sobrino de Sandra, que me invitó al teatro). El buen teatro, para mí, es el que disfrutas pero a la vez es una manera diferente de conversar y darte cuenta de algo.

 

¿Por qué vale la pena Satisfaction? Porque Carmen Zavaleta hace gestos que te llevan a reír e imaginar. La manera de hacernos ver lo que nos cuenta con su actuación, una silla de terciopelo rojo, una cartulina blanca, un plumón negro y el juego con el lenguaje es una clase de semiótica pura. Porque una cartulina comienza siendo dos senos y se va transformando en el primo, en el taxista… porque la iluminación nos hace olvidar que estamos en lo que alguna vez fue el refectorio del Teatro La Capilla. Porque Carmen Zavaleta se divierte actuando y se nota. Porque a todos nos ha pasado algo que nos ha cambiado la vida para hacernos crecer.

 

Disfruto el teatro cuando me provoca algo: reír, reflexionar, querer compartir, querer conversar. Disfruto el teatro cuando le entiendo, cuando siento que me comparte algo. Disfruto el teatro cuando me hace querer llegar a casa para escribir. Disfruto el teatro cuando logra encender en mí el entusiasmo para ser excelente en lo que hago y poder ayudar a productores y creadores a tener salas llenas. Gracias Carmen Zavaleta por mostrarme y recordarme por qué disfruto el teatro.

 

Date el tiempo de ver Satisfaction porque no habrá sido en vano.

 

*Diseñadora gráfica de profesión, mercadóloga por necesidad y experiencia. Curiosa, observadora y promotora por naturaleza.

**El texto publicado es responsabilidad de su autor.

En DISTRITO TEATRAL creemos en el poder de la cultura para transformarnos al dar sentido a lo que vemos. #Vamosalteatro para descubrir qué #valelapena ir a ver y conversar. Da click aquí si quieres conocer más de nosotros.