Paisajes Eléctricos
Por Viridiana Nárud
Paisajes eléctricos es un ensayo escrito por Gibrán Portela y dirigida por Sixto Castillan. La obra en lo único que cumple con la poética aristotélica es en su curva: en donde empieza, termina. Sin embargo, aunque quisiéramos pensar que esto es teatro posdramático o que incluso va más allá de cualquier etiqueta, las historias cumplen dentro de nuestra psique un sentido que nos permite entender y dialogar con el mundo. El arte es un artificio, no la realidad. Empero, esta obra ¿qué es?
Por un lado tenemos a espectadores incómodos que se encuentran dormidos en sus propias bancas o aquellos que se incomodan y se tapan los ojos ante los estrobos ininterrumpidos. Antes de que se inicie la obra una voz nos dice que en caso de sentirnos mal alcemos el puño. ¿A caso el director hace uso de estos estrobos para ocasionar un mal al espectador?
La obra narra la historia de dos sujetos que viven en una máquina que partió hace cientos de años de la Tierra. La máquina ha perdido el rumbo y obliga a quienes desean abandonarla grabar un video en donde se muestren bien y felices. Su prioridad es hacer cómoda su existencia a otros seres humanos dentro de la máquina. La máquina es un ser con inteligencia propia que gobierna el mundo de todos a través de la ilusión. La situación con este ensayo es que enfrenta a que su texto y acción no sea verosímil.
Tenemos a dos actores entregados sufriendo un texto de principio a fin en donde hacen coreografías contemporáneas sin mucho sentido. En lo abstracto existen los símbolos que nos permiten entender que parte de una realidad. En el caso de esta obra, lo abstracto del texto y de las acciones hace que uno se pierda y no tiene la fuerza e ira de Pollock, son solo manchas que incomodan y hacen pasar un mal rato a los espectadores.
Mi observación fue dirigida a los espectadores porque muchas veces son ellos quienes pueden quitar un poco la subjetividad de una incomodidad propia. El teatro se hizo para contar historias, pintar cuadros, la crueldad y la belleza de la vida. Los contrarios y sus iguales pueden ser representados, pero deben partir de algo que es el espíritu de aquel que los convoca y escribe para que la comunión teatral pueda suceder.
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Paisajes Eléctricos se presenta en el Foro La Gruta del Centro Cultural Helénico todos los viernes a las 20 hrs hasta el 15 de octubre. Boletos en $205.