El amor de las luciérnagas: un viaje hacia el reconocimiento

Por Mireya Flores Marín* (@MireyaFloresM)

luciernagas

Reconocida por su autor y director Alejandro Ricaño como una obra que se apega al realismo mágico, “El amor de las luciérnagas”, desdibuja los límites de lo posible e imposible. María 1 (Sonia Franco), es desdoblada en otras Marías: María 2 (Ana Zavala) y María 3 (Sofía Sylwin), quienes nos hacen viajar por su memoria, hacia su pasado y origen.

Un inesperado acontecimiento lleva a María hacia la búsqueda de sí misma, tanto en un sentido físico como en un sentido espiritual. Estando en Noruega con el pretexto de olvidarse de Rómulo (Pablo Marín), quien fuera “el amor de su vida”, se enfrenta con un duplicado de ella misma, una mujer que no sólo posee una apariencia idéntica a la suya, sino que además comienza a apropiarse de su vida. Tener una doble la hace mirarse y entenderse, no es perfecta y nunca lo será: “¿Qué buscas en la noche con tu farola opaca?” repetirá citando a Pellicer.

En esta situación confusa y poco realista, mas no imposible en el teatro, María, acompañada de su alocada amiga Lola (Sara Pinet) se enfrenta al reconocimiento de sí misma. Viaja para encontrar a su otra yo, reapropiarse de su vida y recuperar a Rómulo, el amor intermitente cual brillo de luciérnaga. Cuando en el viaje conoce a Ramón (Hamlet Ramírez), laudero de jaranas, sentirá otra forma de amor, comprenderá que es tiempo de soltar, de concluir el viaje.

La narración, los saltos temporales, los juegos espaciales y los que ocurren entre la realidad y la ficción, dotan a “El amor de las luciérnagas” de un carácter literario, insertando en la cotidianidad de los personajes acontecimientos fantásticos y anormales que son aceptados como reales; la palabra y la narración tienen suma relevancia para construir los espacios y situarnos en el tiempo.

Es una obra con un ritmo ágil, con buen sentido del humor que acompaña la poética y profundidad de los diálogos. Visualmente es armoniosa, tanto en los movimientos sincronizados de los personajes, los cuadros que se construyen para narrar o representar una acción, como en los colores terrosos del vestuario y la iluminación. Además, tres maletas que acompañan a María en todos sus viajes, una silla, un teléfono, los múltiples focos que se prenden y apagan a lo largo de la trama, y que representan las luciérnagas con sus luces intermitentes, para iluminar el camino de quien busca el amor; son los elementos escenográficos que están siempre presentes para significar la historia, todo esto recrea un ambiente onírico en medio de la realidad.

Vayan al teatro y construyan su propio viaje.

 

El amor de las luciérnagas
Autor y director: Alejandro Ricaño
Con: Sonia Franco, Ana Zavala, Sofía Sylwin, Sara Pinet, Hamlet Ramírez, Pablo Marín y Miguel Romero
Teatro Helénico
Del 11 de junio al 20 de agosto
Miércoles 20:30 hrs.
Duración 80 minutos
Costo: $150 MXN.

*Mireya Flores es Máster en Artes Escénicas por la Universidad de Vigo en España, posee un posgrado en Políticas y Gestión Cultural con la especialidad en Producción y Difusión de Espectáculos Escénicos por la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) y la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM); es Licenciada en Ciencias de la Cultura por la Universidad del Claustro de Sor Juana. Además, tiene formación en danza y en teatro.