EL ÚLTIMO PRESO

La anarquía ya es historia

Por Xósem Amero (@xosemAmero)*

preso

En un país cualquiera, en una época cualquiera, una sociedad cualquiera. La policía enfrenta la peor de sus pesadillas. La gente ya no protesta. No hay marchas, no hay huelgas, no hay inconformes. Cómo justificar la existencia de un aparato represivo cuando no existe a quien reprimir. El anarquismo ha pasado a la historia. La autoridad es aceptada y respetada. Luchar contra el sistema es mal visto. El jefe de la gendarmería tiene un gran problema que debe resolver en medio de una exasperante paz social. Las prisiones se quedan vacías, los guardias están ociosos, sobran uniformados y faltan motines. Resta sólo una razón para existir: el último preso.

El creador de esta brillante obra es Slawomir Mrozek. Un dramaturgo polaco al que de joven le toca ver su patria invadida y sojuzgada por dos de los regímenes más brutales en la historia reciente: nazismo y estalinismo. El autor confronta, ridiculiza y critica al sistema por medio del teatro. La Policía, nombre original de la obra, se escribe en 1958. Es una ficción absurda que propone una sociedad acrítica y que acepta de buen modo la tiranía que la gobierna. Con este vuelco de la realidad, los personajes que representan al sistema de represión se ven metidos en una problemática que les lleva a buscar disparatadas soluciones para conservar sus puestos. No menos descabellado es que los antiguos anarquistas ya no ven mal a los opresores. Llegan a tal grado de simpatía que, lejos de pensar en derrocarlos, empiezan a considerar unírseles.

Alejandro Bichir actúa y dirige una obra cuyo tema encaja muy bien en la actualidad de nuestro país. En esta ocasión lo hace rodeado de sus hijos Bruno y Odiseo. La armonía familiar y la capacidad histriónica de los Bichir le imprimen a la puesta en escena una frescura que amplifica su comicidad. La escenografía es sencilla y con detalles brillantes. Trino Camacho contribuye con las caricaturas del Niño Rey y el Regente. Estas representan de forma irónica a los gobernantes a quienes se les rinde pleitesía en todo momento. Un gran ojo que todo lo ve y todo lo vigila reafirma el tono surrealista de la obra por medio del arte de Magritte.

El último preso es una caricatura de la realidad que logra enganchar con el público porque presenta de forma burlesca personajes y situaciones que fácilmente son identificables en nuestros tiempos. Un botón de muestra de que la ironía es la mejor arma del escritor, del dramaturgo, del actor. Además, no siempre se tiene la oportunidad de ver al clan de los Bichir juntos en el escenario. Una corta temporada que no hay que dejar pasar.

EL ÚLTIMO PRESO
De Slawomir Mrozek
Dirección: Alejandro Bichir
Con: Alejandro, Odiseo y Bruno Bichir; Reynaldo Rossano y Saandra Cobián Bichir. Alterna Hasiff Fadul.
Foro Shakespeare
Zamora 7. Col. Condesa.
Del 25 de diciembre al 11 de enero.
Funciones diarias.
Lunes, martes y miércoles: 20:30 hrs.
Jueves y viernes: 18:30 y 20:30 hrs.
Sábados: 19:00 y 21:00 hrs.
Domingos: 18:00 y 20:00 hrs.
Boletos en Ticketmaster

*Xósem Amero es egresado del ITESM. En la actualidad toma el diplomado de creación literaria en la Sogem. Escribe novela, dramaturgia, guión y ensayo. En las mañanas suele correr por el bosque, en las tardes se transforma en escritor.

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