1.12

Todo cambio es un cambio de tema
César Aira

1.12 es la fecha de la ya olvidada protesta antipeñanieto. Si algunos no lo recuerdan es el día en que nuestro presidente Enrique Peña Nieto tomó el poder y surgieron marchas y una ola de arrestos injustificados. Esta obra presenta a diez mujeres en escena las cuales tratan de dar voz a toda la ciudadanía mexicana. Existe la niña fresa, la periodista, la extranjera, las hermanas que se unieron por curiosidad, la vendedora del metro, etc.

La obra tiene distintas problemáticas que se deben a su estructura dramática. Nos enfrentamos a una incomodidad brechtiana. Nos presenta a personajes llenos de ira, cegados por ella donde la raíz de este sentimiento es el mal gobierno, sus detenciones injustas y torturas. Es cierto que a cualquiera le molestaría –por decir una palabra capaz de publicarse y no faltar a los buenos modales– ser arrebatado de su libertad y derechos. Sin embargo, no existe un componente crítico que haga un balance entre estos relatos y pareciera que quieren inducir al espectador a un modelo de pensamiento. Además de que algunas historias llegan a caer en lo inverosímil.

¿Por qué lo veo cómo un problema y no un acierto? Porque poner al teatro al servicio de algo, como las revoluciones, los movimientos sociales, e incluso, al gobierno, hace que el autor pierda una consciencia crítica que es esencial para un teatro de denuncia. Citando a Robert Wilson, quien puso el dedo en la llaga en la Cuatrienal de Artes Escénicas de Praga: “el teatro es para levantar interrogantes y no ofrecer respuestas.” ¿Cómo levantar interrogantes cuando sólo se presenta un lado de la historia?

Las actuaciones de la mayoría de sus intérpretes son buenas y contenidas. En ocasiones descuidan las voces y llegan a gritar. La dirección de David Psalmon es cuidada y gracias al trabajo de escena y de actores podemos encontrar en esta obra algo más que un discurso panfletario. Alguna vez Tarkovski dijo que el artista y su obra deberían de encontrarse intrínsecamente unidas. Psalmon, busca dar voz al extranjero que ha sido adoptado por un país, por un colectivo y por un público, a través de sus puestas en escena. ‘1.12’ no es la excepción.

Vale la pena ver el trabajo de estas mujeres en escena que tratan de dar voz a todos los sin rostro; a los que vivimos en silencio e indignación ante un gobernante que posa para la revista ¡Hola! con una primera dama que no sabe comportarse ni en su país ni en el extranjero. México tiene memoria gracias a su trabajo en colectivo, a su arte, a sus periodistas a sus protestas que tratan de silenciar día a día. El teatro es la memoria de un pueblo. Al menos, tratan de escribir historia.
Dirección: David Psalmon

Con: Idalí Osanaya, Paola Córdova, Leonora Cohen, Miriam Romero, Melanie Borgez, Itzé Mota, Mariana Morado, Viviana Amaya, Karla Sánchez, Karim Torres.
De: Mariana Montero y Paulina Villaseñor
Dónde: Foro la Gruta. Centro Cultural Helénico. Av. Revolución 1500
Cuándo: Miércoles 8:30 pm
Costo: $150.00