LA ANARQUISTA

INCOMODIDAD ANTE LA ZONA DE CONFORT

“Los atormentados no pueden ser liberados por la psquiatría. No la necesitan. Les hace falta amor”.
David Mamet
Por Viridiana Nárud @viridianaeunice

anarquista

David Mamet es un dramaturgo, ensayista, guionista y director de obras de teatro y cinematográficas. Ha escrito obras que han sido nominadas al “Oscar” y ganó el premio Pulitzer. En la película “El cartero siempre llama dos veces”, Mamet pone en la gran pantalla todas sus teorías y reflexiones acerca de la buena escritura. Pensamientos que podemos encontrar en el libro “Los tres usos del cuchillo”. Además, Jack Nicholson, un actor que se dio a conocer -en su juventud- por la buena elección de historias, interpreta al personaje principal de esta película. Todo esto es sólo para enunciar la importancia del autor.

Mamet se ha convertido en un referente en la dramaturgia y el cine por la creación de sus diálogos y situaciones dramáticas, siempre inesperadas y de un ritmo imperante; además de sus ensayos. Por lo tanto, al ir a ver las obras de este autor, el espectador tendrá pocas veces para quedarse en una zona de confort.

“La Anarquista”, dramaturgia de David Mamet, trata de una mujer encarcelada por haber sido partícipe de un atentado terrorista en el cual murieron dos policías. Treinta años después de haber sido encarcelada pide ser liberada ya que su padre se encuentra gravemente enfermo.

“La Anarquista”, se presenta en el Foro Lucerna, es dirigida por Enrique Singer, director que se ha dado a conocer por sus múltiples facetas y la elección de sus obras. Singer, no se repite a sí mismo y trata siempre de cambiar. No es la primera vez que toma en sus manos una obra de este escritor. Ya antes vimos su trabajo en “Oleana” y “El éxito a cualquier precio”.

En esta ocasión, no vemos a un Singer cobijado por las instituciones y sí por un grupo joven que está dispuesto a arriesgar todo para obtener éxito en taquilla, Petit Comité, producción que está a manos de Samuel Sosa y cuestionar qué se gana o pierde en esta otra cara del director.

Al hablar de las actuaciones de Lisa Owen y Marina de Tavira, habrá que ser puntual en una falla que afecta la interacción y atención del espectador. En el inicio la voz de Lisa Owen, quien interpreta a La Anarquista, es muy baja y difícil de escuchar. Conforme pasa la obra, la actriz se muestra más segura y domina el escenario con su presencia y todo se acomoda en un lugar en donde la fuerza del diálogo nos sumerge en un abismo que nos hace cuestionar no sólo nuestro interior, sino a nuestro gobierno. Cito a Mamet para explicar lo que sucede en esta puesta en escena ‘los actores […] emocionan al público ante su interpretación porque (el espectador) teme por su alma’.

En la iluminación, a manos de Gabriel Pascal, se nos muestra un mundo demasiado literal. En este caso sería necesario citar a William Blake, ‘nada real puede tener un comienzo literal’. En eso radica la belleza el arte, porque muestra la realidad de una manera libre sin ataduras a una lógica racional. Sería necesario que Pascal nos dibujara a través de distintos matices lumínicos la realidad emocional de los personajes y, de esta manera sumergirnos en la magia del hecho escénico.

La grandeza de los directores que llegan a una edad con reconocimientos y éxitos de taquilla, no sólo radica en la elección de sus compañeros creativos que darán vida a la imagen que se ha generado en su imaginario; también se expresa en la capacidad de riesgo y no repetirse. Así es como se nos muestra esta puesta en escena, anárquica y, un Singer que reafirma su incomodidad ante la zona de confort. El riesgo que toma el director, es algo que vale la pena correr ya que deja una sensación de impotencia no sólo por la vida del personaje, sino por la situación que hoy vive el mundo.

Dirección: Enrique Singer.
Dramaturgia: David Mamet.
Actuaciones. Lisa Owen y Marina de Tavira.
Escenografía e iluminación: Gabriel Pascal.
Dónde: Foro Lucerna.