A ESPALDAS DEL MUNDO

A TRAVÉS DE CUATRO VIÑETAS INTROSPECTIVAS
Fredo Godínez (@AlfiePingtajo)

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I
¿Qué sentido tendría el amor, cuando éste nos conduce a la muerte carnal y al mismo tiempo nos encamina a la vida trascendental?; ¿qué simbolismo tendría aventarse del piso 33 de un edificio agarrado, aferrado a la mano de la mujer u hombre que amas? o ¿qué escribirían los forenses en su reporte al encontrar a una pareja muerta de un sólo disparo al mismo tiempo; le llamaría suicidio o amoricidio? ¿Qué sería más valioso para un ser humano: vivir acompañado toda la vida y tener una persona con la cual morir al mismo tiempo por elección y no por accidente?, preguntas, extrañas cavilaciones que uno le quedan al enfrentarse a la más reciente obra de Xavier Villanova: “A espaldas del mundo”.

II
Xavier Villanova experimenta y expone al mismo tiempo; no se anda por las ramas, no tallerea, no descansa el guión; lo que puede volverlo inalcanzable o incomprensible para el espectador y en otras ocasiones genera un golpe que tardas en detectar la zona que afectó. Empero, esta ocasión el espectador se encuentra, quizá, ante uno de los textos más completos del joven dramaturgo. Aguas, no se ponga entre líneas ninguna otra cosa; simplemente “A espaldas del mundo” cumple con algo que -de unos años para acá-, busco tanto en la literatura como en el teatro o en las artes plásticas y visuales: sentir que la voz o la entraña del autor la que me está hablando y no su intelecto.

Esta ocasión Villanova para no caer en lugar común opta por transgredir al espectador, se transgrede a sí mismo. Experimenta con su propia estética personal y opta por otros caminos; permitiéndole un mejor desdoblamiento.

III
“A espaldas del mundo” es Villanova al desnudo: el niño que lleva dentro y que rara vez muestra; el intelectual que seguidamente habla; el dramaturgo que domina la teoría y que busca innovar, romper, ir contracorriente y el hombre que actualmente se reconoce enamorado. Es un homenaje a todos sus héroes y demonios personales, es un “éste que ves actuar soy yo y no sé si alguien me entienda, pero me atrevo a gritarlo”. Es un reconocimiento al contrario: es cierto que me concibo aislado, pero al mismo tiempo necesito de tu compañía en la distancia. Es reconocerse en su par, es romper el caparazón protector, es quitarse el casco de astronauta en pleno alunizaje.

“A espaldas del mundo”, casi como toda obra que conlleva sumergirse en sí, es una invitación a emprender un viaje por los paisajes más oscuros, puros e intelectuales del dramaturgo que es Villanova. Pero probablemente a “A espaldas del mundo” sea otra cosa y no lo que estoy escribiendo; tal vez tan sólo sea un viaje narrativo o una introspección ¿literaria? gritada a los cuatro vientos.

En el poco rato que tengo de conocer, tratar y conversar con Xavier Villanova, ya sea a través del Teatro o del dialogo natural que se da (o debería dar entre dos personas parlantes); debo decir que es un intelectual que está en constante búsqueda y que expone sus resultados a través del Teatro.

IV
Lo único real es que esto es una extraña invitación a verla y a crear su propia versión. Nunca confíen en la mía, porque no tengo poder. De hecho, no deberíamos de confiar en el juicio estético de nadie, pues al final es subjetivo y no necesariamente se parecerá a lo que uno, como individuo, es capaz de generar.

“A espaldas del mundo”
Dramaturgia y dirección: Xavier Villanova.
Reparto: Laura Camés y Xavier Villanova.
El Tintero de los ironistas: Av. Cuauhtémoc #875. Col. Narvarte (a un costado de Metro Eugenia.
Jueves y sábado 8:30 pm
Todo el mes de Marzo.