Vampilovers Forever

Por Viridiana Nárud

 

Asistí a ver Vampilovers por la invitación de Lilie Khavetz quien actúa en la obra y me emociona mucho siempre escuchar a una joven actriz quien cree que el teatro puede cambiar al mundo. Hablar con ella me hace recordar que los ideales pertenecen siempre a los jóvenes.

Mientras veía la escenografía y el foro recordé foros como “El bicho” y muchos otros que pisé y no recuerdo su nombre porque hoy se encuentran cerrados. Carretera 45 es ese espacio que ha sobrevivido al cierre y que permite que los jóvenes y sus ideas tengan un espacio. Es urgente la apertura de espacios como estos. Casas, foros, en medio de la colonia que narren historias distintas.

Ahora hablaré de la historia: Vampilovers es una historia escrita por Luis Guerrero y dirigida por Christian Cortes, dentro de su elenco se encuentran Lilié Khavetz, Iraís Ríos e Iván Zambrano. Esta obra narra el enamoramiento de una adolescente por un vampiro centenario. Las novelas han impregnado su mundo de un ideal romántico. Conforme transcurre la historia, la trama comienza a complejizarse y nos habla no sólo del despertar sexual de una mujer, también narra la historia de un depredador sexual y la desaparición de su mejor amiga.

Es importante señalar que en ocasiones cuesta trabajo escuchar a los actores y uno debe poner más atención, para escucharlos. En el caso de Iván es necesario señalar que la actuación debe mantener una proyección para el público y no ocultarse. Esto porque una cosa es crear un personaje misterioso y otra ocultarse detrás del personaje. Ayudaría que las luces se encontrarán mejor enfocadas.

En los casos Lilié Khavetz e Iraís Ríos me hicieron recordar la pasión del por qué uno actúa, esa necesidad de seducir en el escenario, de ser visto en la justa medida. La dirección de Christian Cortés demuestra su entendimiento en el texto y juega con esta teatralidad que separa y une a los personajes estableciendo normas que sólo pertenecen a la ficción.

Vampilovers me hizo recordar mis primeras críticas en espacios independientes, la fiebre juvenil de actuar y entregarse al sueño del arte. Es importante que como críticos asistamos a este tipo de eventos porque un nuevo semillero está gestando nuevos frutos.

Larga vida a Carretera 45 y al teatro porque en estos tiempos pandémicos la ficción nos mantiene cuerdos.