Por Johana Trujillo A. (@jOTrujillA)
¿Cómo nuestras vidas cotidianas están atravesadas por ciertos tipos de violencias sistémicas del mundo contemporáneo? Tras un año de investigación al respecto, se estrena este 28 de septiembre Algunas cosas necesarias en A R T E O B R E R A, un Centro de Artes que se ha convertido en un referente social y cultural en la Colonia Obrera.
El proyecto está desarrollado como residencia en Arte Obrera con participantes de Cataluña y México; es coproducida por Mierda Bonita Producciones, Arte Obrera, Colectivo Otro Suelo, Trama Nimia AC. España y LCN escena. La dirección artística es de Mariana García Franco, con interpretaciones a cargo de César René Pérez, Minerva Bautista, Lara Hereu y Vera Rivas. Además, César René Pérez y Vera Rivas están a cargo del diseño multimedia.
“Lo que nos interesa y detonó este proyecto es la reflexión sobre dónde están puestos nuestros afectos, cómo vemos ese diagrama, un concepto que trajo Mariana García Franco de la arquitectura, que es cómo están estructurados nuestros afectos como personas”, comenta César René en entrevista para Distrito Teatral.
César y Vera se conocieron hace dos años cuando realizaban un proyecto sobre desigualdad y discriminación con artistas escénicos de Alemania e Italia. Pero es gracias a este proyecto, Algunas cosas necesarias, que para el diseño multimedia, encontraron afinidad en dónde están puestas esas estructuras afectivas, cómo las descubren, cómo hablan de ellas, cómo reflexionan al respecto y cómo las comparten con otras personas. “Una de las cosas que más nos importan a todo el equipo es que el espectador, con quien estamos compartiendo esto, pueda pensar en sus propios afectos e historias.”
Mariana, César René, Minerva, Lara y Vera tienen experiencias laborales diversas así como una forma particular de ver el mundo ya que Lara ha trabajado en teatro documental, además de que es española. A su vez, Mariana ha trabajado durante muchos años el cotidiano, los objetos y los afectos. Además, Minerva ha sido trabajadora del hogar y pertenece a una organización en pro de los derechos de estas mujeres pero inició su actividad teatral hace aproximadamente cuatro años. “Cuando las voy conociendo, veo esa historia de vida que tienen. Es muy interesante escuchar la mirada que tienen del mundo, sus opiniones y reflexiones porque las personas tenemos experiencias que nos hacen pensar como pensamos.”
Para César René era importante rescatar eso y ponerlo en diálogo. El valor de haberse reunido en este proyecto radica en su apertura al diálogo y en empezar a mirar los pequeños detalles de la vida cotidiana, que pueden pasar desapercibidas pero que sí importan como los afectos, las cosas que les importan y cómo su contexto lleva violencias sistémicas que van atravesando los cuerpos de las personas.
Por ejemplo, la mirada de dirección artística de Mariana guió el proceso de diálogo. “Llevamos por un largo tiempo diarios de trayecto que consta en escribir lo que para nosotros es representativo del trayecto de cuando sales de casa hasta cuando llegas a tu destino y de regreso, todo lo que pasa allí y a lo largo de los días”. Ese registro mostró cómo se enfrentan a distintos contextos, lo que se encuentran en la calle, los obstáculos, el tiempo en el transporte público, cómo es ese transporte público, clima, si están cansados o no, hay coincidencias; que escuchan, quienes están contigo, etcétera. “Cuando tienes esos registros y empiezas a ver esos paralelismos se manifiestan muchos detalles que enriquecen el diálogo creativo”.
Un encuentro para compartir la vida.
Para César y los proyectos que realizan en su organización LCN Escena lo importante es mirar las desigualdades como punto de vista desde dónde mirar, sin importar que el proyecto no se trate de ese tema en específico, pero lo atraviesa en la manera en que diseñan una gira o una propuesta. “Es un lugar desde el cual miramos porque la desigualdad, la precariedad permea nuestra vida así como también la de las personas con las que trabajamos”. Entienden el arte escénico como una oportunidad de encuentro desde lo afectivo para reflexionar sobre la vida que nos rodea y cómo la habitamos.
En esta ocasión, Algunas cosas necesarias les permite generar otro punto de vista donde la desigualdad está como eje pero “hablar de la parte afectiva y generar un encuentro entre las personas para compartir la vida.” El bagaje de Minerva Bautista permitió recuperar esta mirada y generar un proyecto con el cual dialogar y compartir un proceso creativo sin embargo, la llegada de Mariana García Franco, con la perspectiva que tiene del teatro, del cotidiano y como mirar la violencia, acabó de cerrar el proceso.
La mirada de dirección artística de Mariana permitió llevar el proceso de diálogo. “Llevamos por un largo tiempo diarios de trayecto que consta en escribir lo que para nosotros es representativo del trayecto de cuando sales de casa hasta cuando llegas a tu destino y de regreso, todo lo que pasa allí y a lo largo de los días”. Ese registro mostró cómo se enfrentan a distintos contextos, lo que se encuentran en la calle, los obstáculos, el tiempo en el transporte público, cómo es ese transporte público, clima, si están cansados o no, hay coincidencias; que escuchan, quienes están contigo, etcétera. “Cuando tienes esos registros y empiezas a ver esos paralelamos se manifiestan muchos detalles que enriquecen el diálogo creativo”.
El proyecto pone en el centro los cuerpos de experiencia de sus participantes. En lugar de abordar estas violencias como “fenómenos sociales”, se profundiza en cómo han dejado marcas en los cuerpos, manifestándose en pensamientos, objetos y deseos microscópicos y cotidianos. Un ejemplo de esto en el cuerpo de César René es el trabajo. “Cuando no consigues el apoyo, hay pánico “uy, no va a haber este ingreso”. La reacción depende de tu contexto, es distinta, pero hemos normalizado vivir con esa angustia. Mariana dice que no se trata del día en el que reventaste sino todos los días que te estuviste sintiendo mal. El día de la muerte es la gran catástrofe pero son importantes los días previos”, aclara César René.
De hecho, para la directora de escena, Mariana García Franco, la pieza escénica “pretende generar un desplazamiento en el pensamiento que haga el ejercicio del encuentro no sólo entre las y los creadores sino con las y los espectadores a la manera en que Rolnik nos habla del encuentro y la posibilidad de generar otras miradas y caminos para transitar”. Para ella, también es un espacio para preguntarnos hacia dónde se puede seguir y de qué manera.
Así que sigan pendientes de la residencia de LCN Escénica en Arte Obrera que inicia con Algunas cosas necesarias, propuesta que parte del cuerpo de experiencia, el pensamiento periférico y la pieza artística como proceso para elaborar una reflexión sobre el cotidiano y la incidencia de este en las personas. Ofrecerán funciones el 28, 29 de septiembre y 5 y 6 de octubre en A R T E O B R E R A, ubicado en Isabel La Católica 231.