De regreso al Shakespeare

Por Viridiana Nárud (@viridianaeunice)

Para conocer una ciudad uno debe visitar sus teatros y la vida que existe dentro de ellos. Los teatros reflejan el pensamiento y sentir de las ciudades. Durante años el Foro Shakespeare ha sido un espacio emblemático de la contra cultura en la Ciudad de México. Sus talleres, puestas en escena, conferencias han dado a conocer las voces disidentes del teatro mexicano e internacional. Muchos hemos sido partícipes del drama que se vivió en el 2018 y fuimos testigos de cómo autoridades y líderes de opinión se encontraron a favor de su cierre.

El Foro Shakespeare sigue las líneas de un destino dramático que tiene conflictos y antagonistas, es un ente teatral que vive desde dentro un drama. Han pasado cuatro años de aquel cierre histórico en el cual se creyó que no volveríamos a tener a nuestro Shakespeare mexicano. En esos cuatro años se ha vivido también una pandemia que obligó nuevamente a cerrar las puertas de este foro y su reapertura fue sólo a través de un limitado número de espectadores. ¿Sobrevivirá? Es la interrogante constante.

Después de cuatro años de no asistir al Shakespeare me encontré nuevamente con él la noche del viernes. La calle de Zamora, ya antes oscura, se encontraba en la penumbra. El foro, a penas iluminado por la cafetería y con unos cuantos comensales que había en sus mesas. Un espacio que regresa a la vida no parece olvidar su pasado y resiste. ¿Dónde quedaron aquellas filas para entrar a los foros? ¿Dónde quedó el público, los comensales, los actores que se reunían a las fueras del teatro o en la cafetería? Este foro no es el mismo.

Parece que la resistencia es el acto constante de los disidentes; la resiliencia: el consuelo. El Foro Shakespeare se resiste al cierre de sus puertas. Y es que este espacio ha dejado de pertenecer a sus dueños, es también de todos aquellos a quienes nos ha abierto una puerta y nos ha dejado la libertad de la expresión.

Escribo esto con la intención de invitar nuevamente al público a acudir a este foro con las medidas adecuadas de higiene. El miedo nos mantiene encerrados y alejados de los otros. Las redes y el streaming no pueden sustituir el contacto con las personas ni al hecho teatral. No se puede vivir a través de la pantalla ni enamorarse de los filtros de la cámara. El teatro expresa el sentir y pensamientos de la ciudad: volvamos a ellos, cuidémonos, mantengamos nuestra sana distancia y vivamos. El virus ha creado un miedo al contacto con el otro, es una amenaza, pero ¿en realidad lo es?