ROMEO Y JULIETA

UN MAGO DE LA ESCENA Y UN HERMOSO TEXTO

Por Viridiana Nárud (@viridianeunice)*

Poco a poco las estructuras dramáticas pierden fuerza desde su dramaturgia, son los cambios sociales los que afectan la historia y la forma de ser narrada. Así que, el extravío del entendimiento y la crisis espiritual anunciada en el arte y las ciencias por Rousseau, en 1760, ha ido dejando víctimas en donde la sinrazón y el antiarte cobran paso. Por ello, para mí, es un milagro encontrar piezas dramáticas que sean bien entendidas y puedan ser bien interpretadas a pesar de ser clásicos de la literatura y del teatro mundial.

No utilizaré más palabras para halagar al genio del teatro que es William Shakespeare porque todos conocemos su grandeza. Pero sí puedo decir, que muchas de las adaptaciones y puestas en escena que he visto de este autor en nuestro país pocas veces llegan a ser bien interpretadas. Como espectadora, conozco el trabajo de Mauricio García Lozano desde hace muchos años atrás y, puedo confesar que no deja de sorprenderme la manera en que articula la puesta en escena y, como actor, su capacidad interpretativa, todo esto gracias a su gran imaginación.

Ya antes he dicho que este director es para mí un mago de la escena, sin embargo, en esta ocasión me pareció que hubo un exceso de elementos acumulados en escena que distraen la verdadera trama de la obra y nos alejan de su belleza. Por ejemplo, el espíritu o hado que se apodera de Romeo, que en mí entendimiento y la forma en como juega en la escena, es el espíritu de la Fortuna, sube y baja conforme los matices de la obra lo van necesitando; sin embargo, uno se distrae en ella bastante tiempo para entender su verdadero poder en escena. También el vestuario que intenta ser anacrónico nos extravía en ocasiones ya que pareciera que todo el tiempo se encuentran en calzoncillos sin importar que sea el gran baile en donde Julieta y Romeo se encuentran. O el beso en la noche de bodas de Romeo y Julieta, los actores se encuentran más preocupados por interpretar la coreografía que sentir ese deseo que haga partícipe al espectador de ese gran amor. Fue un beso frío.

Los tres primeros actos mantienen ritmo y mantienen atentos al espectador, los siguientes se vuelven aburridos. La interpretación de Cassandra Cianguerotti es sosa y aburrida, no parece una adolescente embriagada y consumida por una pasión; por el contrario, pareciera una mujer adulta intentando lucir más joven. El intento es lo que distrae. Cuando pienso en los textos de Julieta, de la poesía, de la vehemencia, de la Locura y el Luto que han tocado a su puerta y corazón, no puedo imaginar a una Julieta tan poco afectada por el torrente de una destrucción ya anunciada por los hados. Romeo, en manos Adrián Ladrón se vuelve más real, menos ideal.

Pienso que Romeo y Julieta es el ideal de un amor trágico, que muchos hemos vivido o deseamos vivir, incluso con la muerte. Porque una gran pasión siempre nos lleva a un fin y a la extinción de nosotros mismos. Las palabras Shakespeare siempre serán vigentes, no importa los años. Lo que no son vigentes son las interpretaciones de algunos actores. Es urgente una Julieta capaz de interpretar las palabras y las tesituras emocionales de esta adolescente que se enfrenta por primera vez al amor después de una autorepresión y autocensura de ese sentimiento. Que nos transmita ese fuego que la consume y ver la perdida de la inocencia que es tan dolorosa para la vida de todo ser humano. Por ello el crimen, el suicidio… si no vemos esto en la vida del personaje, se pierde mucho de la obra y como espectadores nos enfrentamos al aburrimiento ante uno de los textos más hermosos de la historia del teatro.

ROMEO Y JULIETA
De William Shakespeare
Traducción: Alfredo Michel Modenessi
Adaptación: Mauricio García Lozano y Paola Arriaga
Dirección: Mauricio García Lozano
Con: Haydeé Boetto: Nana / Cassandra Ciangherotti: Julieta / Ernesto Coronel: Teobaldo / Quetzalli Cortés: Príncipe de Verona / Pablo Chemor: Pedro / Emma Dib: Señora Capuleto / Mar Ferrer: Bailarina / Daniel Haddad: Benvolio / Diego Jáuregui: Fray Lorenzo / Adrián Ladrón: Romeo / Leonardo Ortizgris: Mercucio / Julián Segura: Conde Paris
Horarios: Viernes · 20:30 h, sábados · 17:00 y 20:00 h, domingos · 18:00 h
Boletos: Desde $440 hasta $176. Boletos en Ticketmaster.
Dónde: Teatro Helénico (Av. Revolución 1500, Guadalupe Inn)

* Escritora por necesidad, teatrera por convicción. Ha trabajado como directora, dramaturga y productora teatral, ha presentado obras en foros alternativos como: El Trolebús Escénico, Foro Shakespeare, Pandeo, Lucerna… Muchas veces se ha preguntado el por qué habría de escribir. Llegó a una conclusión: la realidad no le es suficiente. Cree que el mundo exterior tiene que ser revelado a través de esclarecimiento de las ideas y por ello el ejercicio de la crítica es fundamental. Egresada de la Escuela de Escritores SOGEM.

** En DISTRITO TEATRAL creemos en el poder de la cultura para transformarnos al dar sentido a lo que vemos. #Vamosalteatro para descubrir qué #valelapena ir a ver y conversar. También, trabajamos con productores y directores de artes escéncias cuyo reto más importante es que la gente se entere de su puesta en escena y llegar a más audiencia. Los damos a conocer a nuestra comunidad de espectadores de más de 25,000 seguidores. También, investigamos y diseñamos estrategias de comunicación que muestren su valor a las personas indicadas. Da click aquí si quieres conocer más de nosotros.