MI PAPÁ NO ES SANTO NI ENMASCARADO DE PLATA

“Lo popular no conoce el deseo, sólo placeres.” Roland Barthes.
Por Viridiana Nárud @viridianaeunice

mipapahelenico

El Foro la Gruta se encuentra ubicado en una de las colonias más caras del Distrito Federal. La Guadalupe Inn, está cerca del centro de San Ángel, la Parroquia de San Sebastián Chimalistac, entre otros. Si uno conoce bien la zona, sabe que estos barrios no son populares y sí muy exclusivos. Así que la idea de esta producción sobre generar un “teatro de barrio para el barrio” es poco congruente. Tal vez el eslogan más correcto sería: “hacer teatro en los barrios en búsqueda de institucionalizarse”.

En teoría la obra trata de Axel y David, dos jóvenes quienes se preparan para ser boxeadores. El padre de Axel ve reflejado en su hijo su pasado y sus miedos. David, un joven graffitero quien quiere conocer quién es su padre, es entrenado por su madre quien le esconde la identidad de su padre. La realidad es que vemos a un padre agresivo, melodramático, que lastima a su hijo Axel para que gane, cosa que nunca sucede. Me pregunto, ¿cómo un boxeador que siempre pierde puede llegar a las finales? También, en medio de la nada se nos es revelado la historia de amor entre los padres de estos dos muchachos, así como un secreto que jamás fue esperado por el espectador.

Si bien es cierto que “Mi papá no es santo ni enmascarado de plata” se creó en los talleres que se imparten en Carretera 45, ubicado en la Obrera, esta obra no pretende realmente un encuentro con los jóvenes del barrio. De ser así, su reestreno hubiese sido en una zona marginada y con precios más accesibles. Esto es sólo para señalar la falta de congruencia por parte de sus creadores.

Por otro lado, se nos vende una obra donde la liberación del yugo paterno y materno es el centro de la trama. Por lo que estos dos jóvenes deben de luchar en contra de todas las normas sociales establecidas para lograr su propia identidad, superando así la pobreza y los ideales que sus padres tienen respecto de ellos. Por ello el ring, el box, para mostrar la lucha entre dos cuerpos en igualdad de circunstancias y liberarse de toda atadura.

Sin embargo, esto jamás sucede en escena ni en la dramaturgia. El texto de Antonio Zuñiga es endeble, puede ser golpeado por todos lados, y no podrá sostener una estructura ya que no rompe con ningún paradigma. En la realidad, lo que nosotros vemos en escena son a dos jóvenes poco relacionados con el box y el graffitti; una historia de amor entre una mujer y un hombre que jamás se nos anuncia a los espectadores, cuerpos flojos que no tienen idea del combate escénico. Todo, absolutamente todo, aparece, se conflictúa y resuelve de manera fortuita. No existen personajes humanos enfrentándose a su humanidad ni a todas estas dudas que conlleva el dejar el barrio, oponerse a sus padres y ser uno mismo.

La puesta en escena es poco arriesgada, y eso se muestra en su escenografía que expone un gimnasio de box típico con graffitis de película gringa. Hubiese sido necesario que el grupo de creativos en esta obra hiciera un estudio de lo que es en realidad el mundo del boxeo, el graffiti, la existencia humana y el barrio. No por hacer teatro o impartir un taller en el barrio te hace conocedor del barrio.

Mi papá no es santo ni enmascarado de plata
Dirección: Sixto Castro Santillán.
Dramaturgia: Antonio Zuñiga.
Elenco: Erandeni Durán, Christian Cortés, Julian Estreada, Dravid Bravo o Alexis Briseño.
Diseño de escenografía e iluminación: Natalia Sedano.
Sábados y domingos 13:00 hrs
Hasta el 28 de febrero
Foro Carretera 45 Teatro
Juan Lucas de Lassaga No. 122. Col. Obrera.

LA GAVIOTA

EL VUELO DE LO HUMANO

Por Óscar Alberto Fontana (@fontanaoscar)

LaGaviota

Escrita en 1896, “La gaviota” del autor soviético Antón Chéjov, es un referente indiscutible del teatro realista del siglo XIX. En esta (como en todas sus obras) confiere a sus personajes de un inquietante universo interno, y en consecuencia, un flagrante desafío para los actores que buscan interpretarlo. Chéjov pone en evidencia con esta pieza, las inagotables carencias que el ser humano posee, y su evidente imposibilidad para lidiar con ellas. De tal suerte que para entenderlo mejor, habría quizá, que tener en cuenta la forma en la que estaba estructurado su pensamiento: “Todo el sentido y todo el drama del hombre se encuentran en su interior y no en sus manifestaciones exteriores”.

Después de más de una década de haber sido dirigida por Iona Weissberg, Diego del Río decide adaptar el texto y emprender un ambicioso vuelo. Su dirección pretende hacer más asequible la obra de Chéjov al público; sin embargo la adaptación (en ocasiones) se torna pesada y la dirección no colabora a que esto no suceda. La idea de tener a los actores visibles al público la mayor parte del tiempo, atrae ineluctablemente el foco, generando una fuga de atención a lo realmente importante: la acción en escena. El recurso rompe todo el tiempo con la convención y segmenta la atención en el espectador. Es plausible el riesgo que toma Del Río con este recurso, sin embargo en una obra de dos horas se vuelve un largo y fatigoso viaje para el público, amén de no resultar tan efectivo. El manejo del tiempo es otro de los aspectos que han sido descuidados por la dirección, resulta poco creíble que después de dos años donde los personajes han sufrido cambios significativos en sus vidas, se perciban exactamente igual que al inicio; aspecto que no debe pasarse por alto en una obra de tales características.

En lo que respecta a la escenografía, Auda Caraza y Atenea Chávez, proponen un espacio casi vacío donde sólo vemos un ropero blanco que al inicio hace las veces del escenario; sin embargo la propuesta no sitúa la acción en ninguna parte. Por desgracia, ésta no coadyuva a que la obra se torne interesante, de modo que resulta cansado un escenario que se mantiene inmóvil todo el tiempo, y que bien podría – debido a su naturaleza- establecer un diálogo más estrecho con el argumento y con los personajes.

En lo correspondiente al trabajo actoral, se percibe en equilibrio. Odiseo Bichir propone un Sorin macilento y abatido por la enfermedad; mientras que Blanca Guerra, construye – por segunda ocasión- a una consagrada actriz que desdeña la tediosa vida campirana. En lo que respecta a Mauricio García Lozano, logra un Trigorin a la medida de las exigencias del texto: un personaje lleno de inseguridades, de discordias y frustraciones que va develando furtivamente. En general, el reparto logra un trabajo digno de reconocimiento.

“La gaviota” sigue resultando sumamente actual, anacrónica, a pesar del paso del tiempo. Quedará para siempre a la disposición de quienes deseen llevarla a escena en distintas épocas y circunstancias, recordándonos que somos tan vulnerables como humanos: inermes siempre al menor estímulo.

LA GAVIOTA
De Antón Chéjov
Dirección y adaptación: Diego del Río
Elenco: Blanca Guerra, Odiseo Bichir, Mauricio García Lozano, José Sampedro, Paulette Hernández, Adriana Llabrés, Carlos Valencia, Pablo Bracho, Pilar Flores del Valle.
Funciones de lunes a sábados 20:30 Hrs, domingos 18:00Hrs.
Hasta el 08 de Enero
Teatro principal del Foro Shakespeare
(Zamora 07, Col Condesa)

*Actor / Dramaturgo / Teatrista
Facebook.com/oscaralfontana
oscar.fontana@distritoteatral.mx

BESTIARIO HUMANO

PRIMERA PARTE DE UNA TRILOGÍA

Nuestra lealtad es para las especie y el planeta. Nuestra obligación de sobrevivir no es sólo para nosotros mismos sino también para ese cosmos, antiguo y vasto del cual derivamos.
Carl Sagan.

Por Viridiana Nárud

Bestiario

“Bestiario Humano” pertenece a una trilogía llamada Biótica, la cuál, en palabras del director y autor Diego Álvarez “analiza la relación entre el hombre y el resto de las especies del planeta. El objetivo es explicar la extinción masiva que sucede hoy en día desde una perspectiva social, política y biológica. “
Para entender esta obra debemos saber que es el resultado de un proceso de investigación por parte del grupo Principio: investigadores escénicos. “Bestiario Humano” es la primera parte de la trilogía y como tal se notan las bases para la evolución de éste trabajo.

En “Bestiario Humano” aún encontramos la relación que tiene el autor entre el mundo narrativo y el postdramático (entendiendo que la teoría del postdrama trata de restar importancia al texto de la obra). En esta primera parte de la trilogía encontramos un texto documental y ficcional que trata de denunciar y hacer reflexionar al espectador a través de la enunciación y denuncia de las guerras que han vivido países oprimidos como el caso de África. Esta denuncia se complementa con la ayuda de un dispositivo multimedia creada por Daniel Primo.

Lo que vemos en “Bestiario Humano” es la búsqueda del autor de su propia identidad. Ya que todavía en esta primera parte de la trilogía existen puntos donde la obra cae y pierde el ritmo. Como en los casos en que las actrices comienzan a enunciar las fechas de las guerras o lo que ha sucedido en la historia de estos países. Algo que en “Animalia”, segunda parte de la trilogía, se encuentra más madura ya que el texto pierde importancia y es el dispositivo escénico el que tiene la fuerza narrativa.
Si bien es cierto que el exceso de información hace que al público se le dificulte entender la obra, ya que no sólo son las actrices que en ocasiones manifiestan la historia sino también el dispositivo multimedia, que de la mano de estas mujeres, proyecta fechas e imágenes de los países oprimidos. Estas proyecciones no permiten leer todo lo acontecido.
La fuerza resurge y el ritmo se levanta cuando el discurso de estos investigadores se une. Esos momentos son los aquellos donde el texto se encuentra casi aniquilado y abren paso a las imágenes y sensaciones generadas por las actuaciones; la multimedia, la iluminación y el diseño sonoro.
Cabe mencionar que el diseño sonoro a cargo de Isai Flores, se encuentra bien pensado y no se parece el sonido como algo externo a la obra sino un complemento de ella. Lo importante en esta obra no es el conflicto, sino todo el mecanismo escénico generado por este grupo de investigadores. Su importancia radica en que tratan de generar nuevos canales de comunicación con el espectador dejando atrás el modelo clásico de la narrativa teatral.

Como director, Diego Álvarez, aún muestra incomodidad al presentarse en espacios más grandes –como el Teatro Sergio Magaña o el Juan Ruiz de Alarcón– que los alternativos Teatro La Capilla y el desaparecido Foro El Bicho. Esto se nota en cómo los actores transitan el espacio y se ven perdidos en ocasiones. Sin embargo, siempre es interesante ver la evolución de este joven director que crece con cada obra. Ya que en cada proyecto del joven director muestra el resultado de sus reflexiones en las investigaciones.

Por otra parte, es necesario denunciar que las jóvenes compañías que se presentan en el Teatro Sergio Magaña, encuentran grandes dificultades para atraer audiencia no sólo local sino externa. Esto se debe no sólo a los malos tratos de las personas en taquilla, quienes casi siempre se encuentran malhumoradas, sino también a la mala difusión o inexistente por parte de este espacio y el Sistema de Teatros.

Existe una realidad en el teatro independiente mexicano, las becas o apoyos institucionales o por parte de fondeadoras no son suficientes. Así que estas jóvenes productoras no pueden invertir en publicidad para atraer nuevos espectadores. El teatro Sergio Magaña, pareciera ser habitado sólo por los trabajadores, aventureros o amantes del teatro que se atreven a ir hasta Santa María la Ribera. Es necesario que los habitantes de esta colonia creen lazos con un espacio cultural y deseen ir a él. Esto se logra a través de programas culturales que rehabiliten este espacio y que los costos para sus habitantes sea más accesible.

El teatro necesita espectadores y sistemas que lo apoyen. Así se crea una cadena que apoya a toda una comunidad teatral y social.

BESTIARIO HUMANO
Dramaturgia y dirección: Diego Álvarez Robledo
Elenco: Veronica Bravo, Rosalba Castellanos, Sofía Sylwin, Miriam Romero y Lucía Uribe.
Dispositivo multimedia y videoproyección: Daniel Primo.
Escenografía e iluminación: Diego Álvarez Robledo.
Música y diseño sonoro: Isaí Flores.
Teatro Sergio Magaña (Sor Juana Inés de la Cruz 114, Santa María la Ribera)
Hasta el 6 de diciembre
$132 general

CAMINO A FORT COLLINS

UNA PECULIAR HISTORIA DE AMOR
Por Huitzi Catalán

COLLINS

Conocí a Martín Zapata con “El Siniestro Plan” de Vintila Radezcu y quedé embobado por su dramaturgia; desde ese día entró en mi altar de los escritores. La pluma de Martín conjuga todos los elementos de una escritura profunda: pericia narrativa, diálogos perfectos, sutileza, ritmo, progresión dramática. Es poesía puesta en escena.

Bajo estos mismos parámetros, Zapata nos presenta “Camino a Fort Collins”. En la idea de explorar la cultura popular de Estados Unidos en los años cincuenta, este dramaturgo termina presentándonos una hermosa y muy peculiar historia de amor cósmico. No es un reto pequeño: en medio de una serie de significados muy encuadrados, este dramaturgo logra escapar del lugar común y entregarnos un drama que nos mantiene al borde de la butaca.

Las actuaciones de Daniel Domínguez y Diana Sedano están voladas: son profundas, significativas y vibrantes. Desde luego que ahí se nota el gran trabajo de dirección que realiza el mismo Martín Zapata e, insisto, la gran maestría en la escritura; Zapata ganó, con esta obra el Premio Bellas Artes de Dramaturgia Baja California 2014.

El trabajo de iluminación es precioso y perfecto, tan sutil y natural que uno no lo nota hasta que se pone a pensar en ello. Palmas para Alejandro Luna por ello.

CAMINO A FORT COLLINS
Dramaturgia y dirección: Martín Zapata
Con: Saniel Domínguez y Diana Sedano
Jueves y viernes 20:00 horas / Sábados 19:00 horas / Domingos 18:00 horas
Hasta el 6 de diciembre,
$150 general
Teatro Santa Catarina (Santa Catarina 10, Coyoacán)

ENAMORARSE DE UN INCENDIO

O LA GRAN METÁFORA DEL AMOR 

Fredo Godínez (@AlfiePingtajo)*

enamorarse
 

Imaginen una escena: un día cualquiera, quizá domingo; uno de sus hijos o sobrinos les pide que les describan o definan qué es el amor y qué es lo que puede amarse. ¿Qué le dirían? Supongo que alguna pregunta similar se planteó Eduardo Pavez Goye al escribir “Enamorarse de un incendio”.

Para entender el origen de “Enamorarse de un incendio”, habría que entender –pienso- las raíces de las que se alimenta el autor. Pavez Goye es un artista en la extensión de la palabra y no ha tenido miedo a experimentar y caminar por todas las expresiones posibles. De origen chileno, ha ganado seis veces consecutivas la Muestra Nacional de Dramaturgia y ha sido publicado tanto en su país de origen como en México, además de contar con obras traducidas al inglés y alemán; sus obras han sido montadas en Chile, Alemania y Estados Unidos. Es Fundador del colectivo teatral: “Profeta/Paranoia” y ha sido becario del Goethe Institut y del International Theater Institut. Ha sido guionista en su país para diversos canales y como audiovisualista ganó el Festival In-Edit 2010 en la categoría de corto documental. Si todo esto no fuera suficiente, es vocalista de la banda: Tenemos explosivos (una agrupación post-hardcore que tiene por objetivo retratar la realidad y el descontento social del pueblo chileno); ha publicado en línea su primera novela: “Las neuronas espejo” que consta de cien partes. También cuenta con portafolios fotográficos como: ‘Campos de batalla”, que de una u otra forma dialoga estéticamente con muchas de sus propuestas artísticas pues en todas está presente el descontento social y el amor por la patria.

“Enamorarse de un incendio” es una obra que bien podrían ser tres micro-obras, debido a su independencia; pero que al mismo tiempo son un todo, gracias al gran vaso comunicante: el amor. En esta puesta en escena el amor es visto o señalado desde todos los posibles puntos de vista: el amor familiar, el amor de pareja, el amor a uno mismo, el amor a un objeto, etc. Porque el amor es, quizá, un acto de fe: sabemos que existe porque creemos sentirlo y verlo, aunque nunca hayamos podido tocarlo ni sepamos a ciencia cierta cómo definirlo. La obra es una suerte de tour de force para el espectador, pues irremediablemente, en alguna de las historias que componen la obra uno corre el riesgo de verse reflejado y forzosamente somos invitados a la reflexión. Nos arranca risas y al mismo tiempo nos golpea o nos remueve algún recuerdo. Por otro lado, los actores son sometidos a un ejercicio interesante y por demás exhaustivo: interpretar tres historias que van cambiando constantemente. Si una novela fragmentada es complicada en su lectura; como actor ha de ser un reto importante participar en una puesta en escena que conlleve dicha exigencia. Hablar de amor pareciera ser algo común, trillado, sin embargo es un tema universal y el chiste recae –pienso- en la capacidad que se tenga para abordar el tema. Pavez Goye rompe las formas de abordarlo y sale avante.

Aparte de ofrecer una nueva visión acerca de cómo hablar del amor, Pavez Goye juega sin chistar con todo y pone a dialogar a cada una de sus experiencias artísticas. El espectador se enfrentará ante una pantalla, donde se proyectará toda la obra, alterando así la forma en que se ve el Teatro; otro detalle interesante -un poco por el espacio del foro y otro por la estética propuesta- es que uno ve a los actores cuando salen de cuadro, generando la sensación de estar presenciado la grabación de alguna serie o telenovela; de pronto, entonces el escenario teatral se convierte en foro televisivo.

“Enamorarse de un incendio” es una propuesta muy atractiva. Y deja en claro la amplio calidad actoral que tiene todo el elenco: Verónica Merchant, Itari Marta, Hamlet Ramírez y Luis Miguel Lombana.

El acierto de tener este tipo de propuestas es, sin duda, de Itari Marta que un día -según me comentaron- coincidió con el polifacético autor en algún encuentro de dramaturgia en Chile y ahí se enamoró de su obra y busco ansiosamente generar algún trabajo en conjunto.

“Enamorarse de un incendio” se presenta los lunes y martes a las 8:45 de la noche en Foro Shakespeare y permanecerá hasta el 15 de diciembre. Los invito a que vayan y obtengan su particular respuesta sobre qué es y cómo se puede hablar del amor.

ENAMORARSE DE UN INCENDIO
Dramaturgia y dirección Pavez Goye
Reparto: Verónica Merchant, Itari Marta, Luis Miguel Lombana y Hamlet Ramírez.
Foro Shakespeare, Zamora 7, Condesa.
Lunes y martes 8:45pm
Hasta el 15 de diciembre

*Fredo Godínez es aprendiz de poeta, fotógrafo frustrado, adicto a la Coca-Cola y futbolista en FIFA para Xbox. Ha reseñado libros para periódicos poblanos y portales electrónicos como Sexenio-Puebla y Revista 360°, instrucciones para vivir en Puebla. Gestor cultural desde el 2007. Actualmente trabaja un texto dramatúrgico con la esperanza de algún publicarlo y montarlo. Habitante de la región más transparente, desde octubre de 2014 y desde entonces se ha vuelto un asiduo asistente al Teatro. En sus tiempos libres intenta conciliar el sueño.

MINUTOS ANTES

¿PARA QUÉ TE QUIERES CASAR?

Por Johana Trujillo A. (@jOtrujilloA)*

minutosAntres

Karla está a minutos de casarse con Genaro, el hombre con el que toda mujer sueña. “¿Para qué te quieres casar?” es una de las tantas preguntas latentes durante los quince minutos que dura la obra dirigida por Óscar Fontana y escrita por Francisco Rosado.

Minutos Antes saca las risas de los invitados a la capilla en la que se ha transformado el cuarto del Foro 9 de Teatro en Corto. Las situaciones que viven los dos personajes, sus recuerdos y sus dudas resultan divertidas, y al final siembran la reflexión: ¿Pasar el resto de la vida con alguien? ¿Sí o no?

Toda la vida es demasiado tiempo para vivir con dudas, así que ve a Teatro en Corto y descubre lo que sucede en la onceava temporada, y los quince minutos antes de que Karla (Maria José Magan. )y Genaro (Carlos Girón, ) tomen una decisión que cambiará sus vidas.

Minutos antes
De Francisco Rosado
Dirección Óscar Fontana
Reparto: Carlos Girón/Francisco Rosaldo y Maria José Magan/ Miriam Loza (alternando funciones)
Funciones jueves a domingo. Entre semana inician a as 7pm y los domingos a las 6pm. Seis funciones al día.
Teatro En Corto
Yosemite #40, Col. Nápoles
Hasta el 13 de diciembre.

* Diseñadora gráfica, egresada en 2007, con experiencia en difusión teatral. De 2009 a 2011 fue responsable de la difusión de las actividades de la Compañía Los Endebles A.C. y el Teatro La Capilla. De manera independiente ha realizado la comunicación y prensa de más de 15 puestas en escena. En junio-octubre 2012 fue asistente de difusión en La Matatena A.C. para el 17º Festival Internacional de Cine para Niños. En 2012 fundó Distrito Teatral.

LA MUJER JUSTA

PARA LOS AMANTES DEL ARTE

“Para la creación, hace falta algo más… Una fuerza especial, una disciplina; o las dos cosas juntas. Creo que es a esto a lo que se suele llamar carácter…”
Sándor Márai

Por Viridiana Nárud* (@viridianaeunice)

mujerJusta

La última puesta en escena de Enrique Singer, “La Mujer Justa”, muestra la disciplina y fuerza que los años de experiencia han dado a éste director. Un inicio donde los personajes parecen espectros deambulando por el escenario, necesitados de cobrar vida para contar la historia de Sándor Márai, rinde homenaje al pintor Rembrandt; donde los claroscuros son los protagonistas de una historia.

En esta obra la música, la iluminación, la escenografía, las actuaciones, el vestuario, la dramaturgia y la dirección, forman parte de una maquinaria donde cada una de las piezas funciona de manera puntual. En ocasiones, como espectadores, nos puede llegar a parecer algo natural el acompañamiento de estos elementos en la puesta en escena, sin embargo, esta “naturalidad” se encuentra hasta cierto grado injustificada ya que cada uno de estos siete elementos implica un lenguaje por separado. En el caso de “La mujer justa” Enrique Singer maneja estos elementos hacia un discurso claro dentro de la puesta en escena, creando un equilibrio escénico; donde –cito a Guillermo Quintanilla— la antinaturalidad se vuelve un hecho natural.

“La mujer justa” es una obra escrita, en los años 40, por Sándor Márai. Narra, con una evocadora mirada, la historia de pasión y traición empleando tres monólogos que nos trasladan hacia un triángulo amoroso desde distintas perspectivas, con tres personajes: Marika, Peter y Judith. No es necesario haber leído la novela de éste escritor para quedar sorprendido por la adaptación a manos de Hugo Urquijo y Graciela Dufau. Márai, es conocido por sus frases contundentes que mueven algo dentro del espectador. En esta obra, el discurso es doloroso, de desamor, crítico de una sociedad pequeño burguesa, no sólo de los años cuarenta, sino también actual. Ésa es la belleza de las grandes obras, su atemporalidad y permanencia en la memoria de los individuos.

Las actuaciones de Verónica Langer, Juan Carlos Colombo, Tina French, Héctor Holten y Marina de Tavira son justas en una medida perfecta. No hay demasiado drama ni seriedad. Existen las encarnaciones de los actores hacia los personajes, mostrando no sólo técnica y dominio en el escenario, sino también corazón.

Enrique Singer con esta obra hace notar su carácter como director, e cual no es un recuerdo de sus grandes obras, por el contrario, su dirección se supera a sí misma y se vuelve más contundente. “La mujer justa” es una obra obligada para todos los amantes del arte y del ser humano, a través de imágenes teatrales y un discurso claro deja ver lo revelador que puede ser el teatro en la psique del ser humano, cuando existe una reflexión por parte de los creativos y sale de la comodidad del lugar común.

La Mujer Justa
De: Sándor Márai.
Dirección: Enrique Singer
Con: Verónica Langer, Juan Carlos Colombo, Mariana de Tavira, Tina Frenche y Héctor Holten.
Versión Teatral: Hugo Urquijo y Graciela Dufau
Diseños y escenografía: Víctor Zapatero
Música original: Antonio Hernández
Diseño de vestuario: Carlo Demichelis
Foto: Mariel Cortès
Sala Xavier Villaurrutia, Centro Cultural del Bosque. Paseo de la Reforma y Campo Marte.
Miércoles, jueves y viernes, 20 hrs. Sábados 19 hrs. y Domingos 18 hrs.
Hasta el 13 de diciembre

*Escritora por necesidad, teatrera por convicción. Ha trabajado como directora, dramaturga y productora teatral, ha presentado obras en foros alternativos como: El Trolebús Escénico, Foro Shakespeare, Pandeo, Lucerna… Muchas veces se ha preguntado el por qué habría de escribir. Llegó a una conclusión: la realidad no le es suficiente. Cree que el mundo exterior tiene que ser revelado a través de esclarecimiento de las ideas y por ello el ejercicio de la crítica es fundamental. Egresada de la Escuela de Escritores SOGEM.

ILUMINACIÓN

¿ESTÁS LIBRE DE TODA CULPA?

Fredo Godínez (@AlfiePingtajo)

iliminacion

¿Cuáles son los lazos que nos unen con nuestras amistades? ¿Cómo elegimos qué personas son las que queremos como amigos y cuáles no? ¿Existe alguna premeditación en la elección de nuestras amistades o realmente es algo que se da con naturalidad? ¿Las amistades tienen fecha de caducidad o deben durar hasta que la muerte nos separe?; éstas son algunas de las preguntas-reflexivas (¿acaso existen preguntas que no busquen la reflexión?) que se han adueñado de mi cabeza -desde el pasado sábado-, a raíz de mi asistencia a la puesta en escena: “Iluminación”.

Un día -de pronto- te encuentras en medio de una catástrofe que devora todo aquello que conocías por vida; incluso tu vida pende de un hilo, sin embargo la diosa fortuna ha decidido que salgas ileso. ¿Cómo se reacciona cuando te das cuenta que tus únicas pertenencias son las cosas que llevas puesto? Probablemente muchos de nosotros recurriríamos a la familia o a los amigos buscando consuelo, apoyo y comprensión. Otros, quizá, como lo hacen algunos de los personajes de la obra; optarían por el aislamiento en espera de entender y aprovechar los vacíos para reencontrarse, para renacer. Pero ¿qué se hace con lo bueno y lo malo que se halla en la búsqueda: se ignora o se tiene presente para no cometer el mismo error?, y ¿qué pasa si lo malo que te rodea se encuentra en las personas que más quieres?, ¿cualquier ser humano, sin importar la circunstancia, tiene la consciencia limpia para juzgar al otro?

Los que saben de arte aseguran que el ser humano al acercarse a una novela, un poema, una obra de teatro o una pintura busca encontrar respuestas a las preguntas más vitales y que al terminar su encuentro o diálogo con tales, acabas con más preguntas que respuestas; ahí radica la grandeza del ente artístico y más si pretende reflexionar acerca de la condición humana. Unos más afirman que si el arte no transmite o no te provoca alguna sensación o modificación en tus sentimientos y pensamientos, no puede considerarse arte. No sé qué tan cierto sea eso, pero sí puedo afirmarles que “Iluminación” te cuestiona y te invita a la reflexión sobre quién eres y el papel que para ti representan los otros en tu vida.

Otro aspecto interesante de la obra es que en algún momento de la obra uno siente que tiene la capacidad de juzgar a los protagonistas de la misma e invariablemente nos invade la ganas de tomar partido, de cambiarse al lado correcto, pero ¿en verdad existen buenos y malos en esto que llamamos vida?

“Iluminación” es una metáfora sobre dos procesos importantes en la vida: aprender a cerrar ciclos y atreverse a caminar por las nuevas puertas que se nos abren.

“Iluminación” somete a los actores a un “tour de force” que a cualquiera dejará con un buen sabor de boca y -sobre todo- saldrán con la misma sensación que recorre nuestra mente y cuerpo al salir de una terapia psicológica.

“Iluminación” es una obra que no deben dejar pasar, o se arrepentirán; el año pasado fue parte de la cartelera que conformó el DramaFest 2014; nuevamente la compañía productora: Teatro de Babel, decidió ofrecerle al público otra oportunidad para verla.

“Iluminación”
Dramaturgia: Joanna Murray-Smith.
Dirección: Aurora Cano.
Reparto: Juan Carlos Vives, Lumi Cavazos, Pedro Mira, Mónica Dionne, Daniel Martínez Gould y Claudia Ríos.
Teatro El Granero
Centro Cultural del Bosque.
Paseo de la Reforma y Campo Marte S/N. Metro Auditorio.
Jueves y viernes 8 pm, sábado 7pm y domingo 6pm.
Hasta el 13 de diciembre.

Foto: Fredo Godínez.

*Fredo Godínez es aprendiz de poeta, fotógrafo frustrado, adicto a la Coca-Cola y futbolista en FIFA para Xbox. Ha reseñado libros para periódicos poblanos y portales electrónicos como Sexenio-Puebla y Revista 360°, instrucciones para vivir en Puebla. Gestor cultural desde el 2007. Actualmente trabaja un texto dramatúrgico con la esperanza de algún publicarlo y montarlo. Habitante de la región más transparente, desde octubre de 2014 y desde entonces se ha vuelto un asiduo asistente al Teatro. En sus tiempos libres intenta conciliar el sueño.

ESPASMOS

LA NECESIDAD DE SER SINCERO.
Por Johana Trujillo (@jOtrujilloA)

espasmos

“¿Te molesta que te digan la verdad?” Espasmos

Esta vez me atrajo la fotografía de una de las escenas de la obra. Me cautivaron las tonalidades de las distintas plantas que rodeaban a Viridiana Nárud, sentada en una silla. Me imaginé cómo aprovechó el espacio la directora.

“Espasmos” de Viridiana Nárud, tiene un personaje central, el secreto, que lleva a los reproches y los recuerdos de un amor que se perdió en el camino. Riad es oficial del régimen, el gobierno está matando gente inocente, incluso a músicos, y él es parte de eso. La nación de Vianela muere tras sus ideales.

Es la historia de amor entre Riad y Vianela. Es la historia de una mujer a la que se le acusa de espionaje. Es la historia de un hombre que amenaza de acusarla de traición. Es la historia de dos seres humanos que se distanciaron por las circunstancias políticas del país que habitan.

El montaje apuesta por la sencillez. La directora Idalí Osnaya se apoya de un escritorio de metal, dos sillas, una lámpara de escritorio y una serie de plantas y flores que rodean a los personajes. Todo lo anterior explota al máximo el pequeño espacio del Espacio Urgente 2 de Foro Shakespeare para lograr que toda la atención la tengan los actores Viridiana Nárud y Luis Ernesto Verdín. Cada acción que realizan los personajes está mesurada en sus movimientos corporales, nunca salen del círculo que delimita el espacio de una sala de interrogación. Apoyada por la iluminación, dejan al espectador con la sensación asfixiante de quienes se provocan y reprochan, pero también con la desesperación de saber qué será capaz de hacer uno a la otra. Recorremos con ellos su pasado y su presente.

“Espasmos” es la confesión de dos amantes que dicen que nunca se han enamorado, que amaron pero ya no pueden amar más.  Es la oportunidad para descubrir otra cara de los secretos del amor.

 

ESPASMOS
De Viridiana Nárud
Dirección Idalí Osnaya
Con Viridiana Nárud y Luis Ernesto Verdín
Viernes 8:45pm
Hasta el 27 de noviembre
Foro Shakespeare
Zamora 7, Condesa

Foto: Úlises Ávila

* Diseñadora gráfica desde 2007, con inquietud por escribir. Desde 2009 adquirió el hábito de ver teatro cuando estuvo a cargo de la difusión del Teatro La Capilla, después por el placer de ver a actores en vivo hacer historias realidad. Has visto más de 85 obras de teatro de 2009 a la fecha. Le gusta escribir breve. Es fundadora y Community Manager de Distrito Teatral.

LO QUE QUEDA DE NOSOTROS

DE AMAR Y SER AMADO: SOBRE LA PÉRDIDA

Por Óscar Alberto Fontana* (@fontanaoscar)

LOQUEqueda.

A partir de la dolorosa muerte de su padre, Nata, decide abandonar a su perro Toto con la finalidad de no relacionarse afectivamente con nadie más. Sin embargo, una serie de circunstancias hacen que decida, poco después, ir en busca de él, aunque quizá sea demasiado tarde cuando se entere que Toto ha sido llevado a la perrera para ser asesinado.

Al ya conocido estilo narratúrgico de Alejandro Ricaño, se suma ahora en coautoría, la vasta selección de imágenes de la actriz Sara Pinet, a quien podemos recordar por su jocoso personaje de Lola en “El amor de las luciérnagas”, del mismo dramaturgo.

Como en cada montaje dirigido y escrito por Alejandro, el resultado siempre se percibe como un hecho que complementa de manera perfecta su trabajo de dirección, aspecto que mantiene al público cautivo. Se distingue en él, un flagrante dominio de la técnica, tanto literaria, como de dirección, obteniendo así del público el resultado que se augura. También, se acredita una vez más como un habilidoso creador que tiene muy claro lo que pretende del público, hacia dónde quiere ir y el camino que debe trazar para guiar a sus espectadores hasta su objetivo. Una de las propuestas que coadyuvan a que su pretensión se vea consumada, es el conmovedor guiño musical – compuesto por David Ortíz y Ricardo Estrada – que mantiene de inicio a fin y que logra entonar la escena desde que la gente ocupa las butacas.

Contemplando el resultado en su totalidad, me atrevo a decir que es un montaje que desdeña toda ociosidad y que se ocupa de trabajar intensamente en la construcción del discurso que desea comunicar. Ser claro, conciso, emotivo e inmediato son algunos de los atributos de “Lo que queda de nosotros”.

Otro de los temas que es indispensable mencionar, por la importancia que tiene, es la realidad que viven los animales de compañía que han sido botados a la calle y que en algunas ocasiones no tienen otro destino mejor que la perrera, donde miles de ellos terminan asesinados por electrocución. Tema que confluye indirectamente con el miedo a la soledad, la necesidad de ser querido y el apego que Nata siente en varios momentos de su vida.

Finalmente, el trabajo actoral está en total consonancia con las demás partes. Sara Pinet, logra un personaje entrañable y que cautiva desde la primera línea. Raúl Villegas trabaja con varios personajes, entre ellos, Toto, el perro de Nata. Es de aplaudirse la manera en la que les da vida a cada uno de ellos.

Muchos son los valores que destacan en “Lo que queda de nosotros” la posibilidad de reflexionar acerca de lo que esperamos de nosotros mismos, de la vida, de los demás. El real significado de la vida, de la muerte, del miedo, de la perdida, del vacío y de la inmensa necesidad de amar y ser amados.

LO QUE QUEDA DE NOSOTROS
De: Sara Pinet y Alejandro Ricaño
Dirección: Alejandro Ricaño
Con: Sara Pinet y Raúl Villegas
Funciones: Sábado y domingo 13:00Hrs.
Hasta el 13 de Diciembre
Sala Xavier Villaurrutia
(Paseo de la reforma y campo marte s/n)
Costo: $80.- general

*Actor / Dramaturgo / Teatrista

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