Laila

¿Y por qué luego no quieren ir al teatro?

Por Pablo Iván García (@garciapabloivan)*

 

laila

El Foro Shakespeare nos tiene acostumbrados a un amplio espectro en cuanto a su oferta escénica, que resulta siempre diversa y heterogénea. Sin embargo llama la atención que, en el caso de “Laila”, no se le advierta al espectador que está comprando un boleto para ver una obra de manufactura y alcances estrictamente estudiantiles -en el sentido menos halagador del término estudiantil-.

 

Este unipersonal resulta un conglomerado de escenas sin ningún hilo conductor, esbozadas a partir de la idea primigenia de una “hot line”. Desterrado del imaginario popular desde la década de los noventa, el mítico status de las “líneas calientes” sugería la idea de una mujer -de voz atractiva- contestando llamadas eróticas a interlocutores anónimos, por dinero.

 

No hay más anécdota. Adriana Burgos (Laila) se divierte a sí misma a lo largo de sesenta minutos, realizando una y otra vez trazos idénticos sobre el reducido escenario -que representa su departamento de aspirante a pintora-, mientras cumple una a una las estereotipadas y predecibles fantasías de diversos hombres y mujeres. Las voces grabadas de sus clientes -carentes de una ecualización correcta- se ilustran, además, en un televisor.

 

El insufrible leitmotiv de la obra es el ring del teléfono. Laila -mujer en sus treinta, no demasiado atractiva, sin pareja sentimental y que, a decir de su madre, no es más que una perdedora- deberá atender a múltiples solicitantes, desde un adolescente con gusto por los transexuales, pasando por una lesbiana en ciernes, hasta llegar a un enfermo terminal en busca de consuelo.

 

Carente de un trabajo de dirección escénica y con un libreto realmente pobre en cuanto a estructura y construcción de personajes, algunos diálogos y expresiones de Burgos podrán parecer divertidos, para los espectadores poco avezados en la comedia. Laila es, sin duda, un montaje con muy poco rigor profesional.

 

LAILA

Dramaturgia: Renato Guillén

Dirección: Omar Quintanar

Con: Adriana Burgos

Foro Shakespeare

Zamora 7, Col. Condesa

Viernes 20:30 hrs.

Hasta el 17 de octubre

 

 

 

*Dramaturgo.

 

¿QUIÉN TEME A VIRGINIA WOOLF?

La embriaguez del desconsuelo

Por Mireya Flores Marín* (@MireyaFloresM)

VIRIGINIAWOOLF

Dicen que las apariencias engañan y esto quedará demostrado cuando llegue el amanecer; cuando después de una velada vertiginosa, Martha (Blanca Guerra), Jorge (Álvaro Guerrero), Nicolás (Sergio Bonilla) y Linda (Adriana Llabrés), personajes de “¿Quién teme a Virginia Woolf?”, se despojen de aquel antifaz que sólo les sirve para combinar con su ropa fina, con un lujoso departamento, con un prestigioso titulo profesional y con una aparente vida exitosa.

Después de una fiesta en la universidad, Martha, quien es hija del rector, junto a su marido Jorge, un profesor de Historia, reciben en su casa al joven matrimonio compuesto por Nicolás, el nuevo profesor de Biología, y Linda, una mujer frágil y enfermiza. Así, entre copa y copa, la velada es amenizada por una serie de juegos desalmados que exponen las debilidades de un matrimonio de más de veinte años. Si bien, el alcohol va y viene en las escenas, no es éste el detonador de esta cruel jugarreta, sí lo son las emociones que ahogan a los personajes, las derrotas y los desconsuelos de unas vidas que no son como algún día quisieron.

Las actuaciones son destacables y esenciales para dar solidez a esta obra. Blanca Guerra lleva la batuta de la trama representando a una mujer de carácter fuerte; si bien, al inicio un poco fingida en su estado de ebriedad, pronto consigue la mesura y llena de matices su rol, alcanzando momentos de impacto hacia el final de la historia. Álvaro Guerra es un maestro al representar la frustración de manera muy inteligente y siempre cautelosa, es una actuación que sorprende constantemente por lo bien que adopta los giros de su personaje. Por su parte, Sergio Bonilla y Adriana Llabrés replican óptimamente a la experiencia histriónica de sus compañeros en escena.

Dirigida por Daniel Veronese, “¿Quién teme a Virginia Woolf?” es un montaje explosivo donde los límites son rebasados por los personajes, quienes nos permiten conocer el lado feroz del ser humano, éste tan capaz de dañar a quien ama. Con personajes definidos de manera meticulosa y con el buen manejo del ritmo y del tono de cada situación, nos adentramos en el interior no sólo del hogar de Blanca y Jorge, sino también de sus emociones, sus frustraciones como personas y como matrimonio. Sus contrapartes Nicolás y Linda, nos permiten descubrir que más allá del amor existen intereses personales que te conducen a unir tu vida a la de alguien más, sin importar la desdicha en que eso se convertirá.

Se trata de un montaje que permanece fiel al texto del dramaturgo Edward Albee, y a la esencia del teatro realista norteamericano; con una escenografía sumamente detallada y un vestuario elegante que acentúan el estatus social de los personajes, además de las acertadas actuaciones se consigue una obra bien realizada que muestra que el teatro también se hace por el capricho de hacerse, pues más allá de eso no encuentro una propuesta o pertinencia para este montaje en nuestro contexto mexicano actual; sin embargo es un trabajo que se disfruta, porque el teatro también es sólo para disfrutarse.

 

¿QUIÉN TEME A VIRGINIA WOOLF?
Autor: Edward Albee
Dirección: Daniel Veronese
Actúan: Blanca Guerra / Alvaro Guerrero / Sergio Bonilla / Adriana Llabrés
Viernes 20:45 hrs., sábados 18:30 y 21:00 hrs., domingos 17:30 hrs.
Foro Cultural Chapultepec

 

*Mireya Flores es Máster en Artes Escénicas por la Universidad de Vigo, España; tiene un posgrado en Políticas y Gestión Cultural con la especialidad en Producción y Difusión de Espectáculos Escénicos por la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) y la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM); es Licenciada en Ciencias de la Cultura por la Universidad del Claustro de Sor Juana. Además, tiene formación en danza y en teatro.

SENTENCIA, Ensayo de un juicio

ENTRE LAS LEYES DE LA RAZÓN Y LA PASIÓN

Por Mireya Flores Marín (@MireyaFloresM)*

Encontrar al culpable o los culpables en este triángulo amoroso

Sentencia (4)

“Las leyes se hicieron para dar orden y no para castigar”, ésta es la máxima que sigue esta historia. Patricia Gil (Luz María Meza) es una abogada de gran prestigio, sumamente racional, metódica, de carácter fuerte y defensora de los derechos de la mujer; en contra de la violencia de género, siempre ha de mostrarse de su lado: “estos casos son comunes, mas no normales, por favor jamás le des carpetazo, llega hasta el fondo de ellos”.

Patricia Gil, la gran abogada, ha tenido que hacer a un lado su vida personal -el amor, el matrimonio, los hijos- por destacar en un mundo gobernado por los hombres. A su lado la joven aprendiz de leyes, Claudia García (María Teresa Garagarza), ingenua pero inteligente, fresca, con el hambre de aprenderlo todo, con ganas de devorarse el mundo y de llegar a ser profesionalmente como su profesora.

Estas mujeres llevan una buena relación, Patricia Gil instruye rigurosamente a su alumna; en el derecho no hay espacio para los supuestos y tampoco para las emociones, los hechos son lo que interesa. Hay una aparente calma, hasta que aparece la manzana de la discordia, Enrique Camacho (Enrique Herranz), quien más allá de ser un amante encantador, para ambas mujeres, es un astuto abogado que se sitúa del lado de sus clientes, aunque eso signifique no cumplir con las leyes para ganar un caso.

El juicio comienza cuando Enrique es descubierto y puesto en evidencia por la abogada Patricia Gil, entonces, la joven aprendiz es acusada como presunta culpable de la traición. Para encontrar al culpable o los culpables en este triangulo amoroso, Patricia Gil decide llevar a cabo el ensayo de un juicio donde la razón pierde lugar y las pasiones se desbordan; la traición duele, sobre todo cuando viene de personas en quienes tanto confías y amas.

De manera hábil, cómica y momentáneamente violenta, los hechos van presentándose por los involucrados, la historia se torna sorpresiva cada vez que un cabo se ata a otro, parece no quedar claro quién es el verdadero culpable, todos tienen su responsabilidad en los hechos, e incluso pasan de victimas a victimarios de un momento a otro. En este sentido la obra tiene un ritmo fluido que atrapa al espectador y lo lleva a asumir el rol de juez.

“Sentencia, ensayo de un juicio”, es una obra que pone en la mesa diversos temas que en la actualidad son relevantes, uno de ellos es la desigualdad jurídica en el tema de violencia de género, otro, el rol de la mujer en nuestra sociedad, cuán difícil le resulta ejercer una profesión de manera exitosa a costa de una vida personal donde no hay espacio ni tiempo para sí, para el amor o para ser madre, si así se desea; además, muestra la corrupción presente en el ámbito jurídico, donde determinar quién es culpable y quién es inocente, es sólo cuestión de cómo se “interpreten” las normas, por tanto, no hay justicia ciega.

Pero, sobre todo, esta obra escrita por la misma Luz María Meza, nos descubre la condición humana, el ser humano no es mera razón, el “pienso luego existo” queda rebasado por las emociones, las cuales se encargarán de dar un orden a la situación, lo que no significa hacer justicia.

Sentencia (Ensayo de un juicio)
Autora: Luz María Meza
Dirección: Mauricio Somohano
Elenco: Luz María Meza / María Teresa Garagarza / Enrique Herranz
Temporada: Lunes 20:30 hrs hasta el 25 de agosto (11 de agosto, agotado)
FORO SHAKESPEARE (Zamora 7, Colonia Condesa)
Boletos en taquilla y sistema Ticket master.
30% de descuento  INAPAM , estudiantes y maestros con credencial vigente.

 

 

*Mireya Flores es Máster en Artes Escénicas por la Universidad de Vigo en España, posee un posgrado en Políticas y Gestión Cultural con la especialidad en Producción y Difusión de Espectáculos Escénicos por la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) y la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM); es Licenciada en Ciencias de la Cultura por la Universidad del Claustro de Sor Juana. Además, tiene formación en danza y en teatro.

ADIÓS, CARLOTA

El último baile con el amado fantasma

Artemisa Téllez*

carlota

En la habitación obscura, momentos antes de dormir el sueño definitivo, una Carlota anciana repasa su propio itinerario de violencia, amor, delirio y su aventura en un imperio mexicano que se desplomó llevándose al único amor de su vida. Carlota recuerda a Maximiliano antes y después de la llegada a México, se mira a sí misma rejuvenecida, enamorada, traicionada y después golpeada por esa viudez desoladora y prematura que la acompañó durante cincuenta larguísimos años.

Adiós, Carlota es un espectáculo de marionetas hiperrealistas con piano en vivo. La ausencia total de diálogos y narrador posibilita no sólo la imaginación, sino el que pueda ampliarse inclusive a un público que no sepa español. Conocer la anécdota sobre Carlota, emperatriz de México, es sólo un ingrediente en la apreciación de esta bella pieza surrealista, pero no un requisito. El hermoso escenario y la locación toda (el bosque, el castillo, el aljibe), transforman este montaje en una experiencia integral y profunda, una inmersión en esta historia que aún contemplando no podemos definir.

Original de Gerardo Ballester Franzoni y dirigida por Artús Chávez, Adiós, Carlota es una hermosa alegoría erótica y mística acerca del reencuentro con los grandes amores que se nos adelantaron.

Adiós, Carlota
Hasta el 10 de agosto
Castillo de Chapultepec
8, 9 y 10 de agosto 20:30 hrs.
Adolescentes y adultos
$250

*Escribidora, tallerista y teatrohólica

X ha muerto.

Autobiografía de una variable

Artemisa Téllez*

xHamuerto

Alguien murió y antes de eso -podemos inferir- había vivido. Como vivió tuvo que haber nacido de alguien y haber tenido un cierto tipo de relación con esas personas, relación que, desde luego, marcaría el tono de sus relaciones posteriores… La variable muestra un lugar intermedio entre algo que está vacío y algo que está lleno: “alguien” no es una persona en particular descriptible, definible, cognoscible; pero tampoco es “nadie”, la negación del ser, “nada”.

La matemática ha jugado bellamente con esta indefinición, “alguien” llamado “x” en la mayoría de los casos, no es un desconocido, sino fundamentalmente  un alguien a ser conocido, descubierto en su valor; develado. El objetivo último de “x” en todo algoritmo es ser adivinado por el otro, no de manera aproximada, sino exacta. Esto, en lenguaje de improvisación teatral, es lo que busca X ha muerto.

Cuatro personajes en escena: dos femeninos, dos masculinos, cuatro sillas, una pantalla y una enorme cantidad de pares de zapatos… ¿La historia? Todavía está por escribirse…

X ha muerto
Hasta el 31 de agosto
Foro del Tejedor
Domingos 18 hrs.
Adolescentes y adultos
$150

*Escribidora, tallerista y teatrohólica

NUEVA YORK VERSUS EL ZAPOTITO

Sueños que se quedan en el camino

Por Mireya Flores Marín* (@MireyaFloresM)

nyversisZapotito

El reencuentro entre madre e hija es la causa que trae a escena un sin número de retratos que oscilan entre lo real y lo onírico. La hija partió a Nueva York en busca del sueño americano y después de muchos años regresa -tal y como lo prometió- a su tierra de origen, no para quedarse, sino para llevarse consigo a su madre.

Ese regreso significa el encuentro con las raíces, esas que se quisieron arrancar súbitamente pero que siempre tienen para seguir brotando en lo más profundo de cada uno; es una vuelta hacia lo que uno quisiera negar por ser doloroso: duele la patria, duele la madre, duele la familia, duelen los amigos, y duelen los sueños. Ahí, pueblo en olvido, no hay tiempo ni espacio para hacerse de una vida, el viento ha arrasado con todos, los ha llevado “al otro lado” donde dicen que es posible soñar con la libertad de ser y hacer: “allá voy a aprender, voy a trabajar, voy a tener hijos”.

En medio de la noche, ambas reviven el pasado, y en un intento por conciliarse con su tierra, la madre, quien además es dueña de un circo, junto con su asistente mago o chamán muestra a la hija diversas escenas de cine y actos de magia que buscan conmemorar al Zapotito alegre que ya no es posible ver. Estas escenas otorgan a la puesta momentos emotivos y de ensueño al representar escenas del cine mudo con la expresión física y sensible propia de estos filmes. Lo mismo sucede con la representación de los actos de magia, a través de los cuales se rescata una tradición popular sobre la mitológica existencia de fenómenos como el de la mujer serpiente. La parte más ágil de la puesta. Sin embargo, ese mundo extraordinario del cine y el circo, quedan atrás cuando la historia da un vuelco y nos sorprende: cruzar la frontera es una aventura que pocos consiguen, dicen que es cuestión de suerte.

Escrita por Verónica Musalem y dirigida por Hilda Valencia, “Nueva York versus el Zapotito”, cuenta con varios elementos destacables, uno de ellos es exponer la migración desde la experiencia femenina para hablar de las muchas razones que llevan a las personas a dejar su pueblo y su familia en busca de una vida mejor, reforzado al abordar la cuestión de los lazos sanguíneos. También, a través de la relación madre e hija, la obra muestra las diferencias generacionales entre ellas y cómo los gustos, las actitudes y los anhelos son diferentes entre una y otra, tan claro como que antes las mujeres decían sí a todo, y ahora cuestionan, encaran y emigran.

La música que acompaña la puesta es fundamental y de lo más disfrutable de inicio a fin. Asimismo, sobresale la actuación de Rosario Zúñiga quien consigue matices perfectos entre las diferentes etapas y facetas de su personaje, así nos presenta tanto a una mujer casi bruja, a la alegre dueña de un circo, a la joven que solía ser y a la vieja que sufre el adiós de su hija. En cuanto a la actuación de María Teresa Paulín Ríos debo decir que en algunos momentos me pareció desmesurada, siendo un poco exagerada en tono vocal y en expresión física. Por su parte, Duane Cochran muestra el manejo de la expresión corporal al representar a un mago que también puede ser un chamán, los movimientos de su cuerpo casi animalescos; sin embargo el manejo de su voz y dicción entorpecen un poco su personaje dándole una apariencia muy plástica.

El espacio escénico construido de manera sencilla y en tonos sepia, evocando el recuerdo y la tierra, nos lleva de vuelta al origen. Las montañas de la Sierra oaxaqueña enmarcan el espacio de representación, más allá de éstas, en el fondo, se puede vislumbrar el camino hacia “la libertad”: Nueva York. La puesta se complementa con maletas que representan el viaje y todas las esperanzas, sorpresas o desilusiones que se puedan llevar en ellas, y utilería que permite a los actores desempeñar diferentes roles.

El trazo escénico nos recuerda los antagonismos, como lo que da título a esta obra; dividiendo el espacio en dos planos donde cada uno servirá para exponer lo que cada lugar tiene para nosotros. El Zapotito como tradición, raíz, recuerdo, y Nueva York como novedad, esperanza y supuesta libertad.

NUEVA YORK VERSUS EL ZAPOTITO
Autor: Verónica Musalem
Dirección: Hilda Valencia
Elenco: Rosario Zúñiga / María Teresa Paulín Ríos / Duane Cochran
Musiclización: Ulises Martínez
Martes y Miércoles 20:00 hrs.
Hasta el 27 de agosto 2014
Teatro Sergio Magaña

*Mireya Flores es Máster en Artes Escénicas por la Universidad de Vigo, España; tiene un posgrado en Políticas y Gestión Cultural con la especialidad en Producción y Difusión de Espectáculos Escénicos por la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) y la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM); es Licenciada en Ciencias de la Cultura por la Universidad del Claustro de Sor Juana. Además, tiene formación en danza y en teatro.

BAMBIS, DIENTES DE LECHE

PERSONAL Y AUTÉNTICO

Por Pablo Iván García (@garciapabloivan)*

bambi

Con un fino discurso escénico a cargo de David Jiménez y la probada capacidad actoral de Antón Araiza, “Bambi Dientes de Leche” es un viaje exprés a un pasado reconocible; la historia de un país, el aroma de una época, en la óptica de un niño de cinco años.

Un monólogo plagado de certezas sobre los sinsabores de la vida. El protagonista, a pesar de su corta edad, comienza a sentirse inconforme con el mundo que le rodea: “no me gusta mi fiesta de cumpleaños, no me gusta el futbol, no sé cómo decírselo a mis padres”.

Con una correcta construcción -en cuanto a creación de personaje y formulación de conflicto dramático-, “Bambi Dientes de Leche” es un texto que otorga lo necesario para que Araiza soporte en sus hombros un universo de imágenes, con el uso mínimo de elementos sobre el escenario.

Una de las escenas más logradas es cuando el niño tiene que “enfrentar” a su padre luego de un partido de fútbol entre fuerzas menores: un trapeador goteando resume su crítico estado emocional. Aciertos en el trabajo de Raúl Castillo como iluminador y escenógrafo.

A nivel actoral, los momentos más destacados se dan cuando Araiza encarna a varios personajes que hablan entre sí: una verdadera locura ver al entrenador hablarle a sus muchachos de ocho años de edad sobre lo que deben hacer en la cancha: “¡allá afuera a un público que muere por verlos, ustedes son actores sobre un escenario!”.

El personaje principal va sufriendo una transformación, lo que otorga por supuesto un sentido de unidad al montaje: descubre ciertas verdades que lo harán realizarse como individuo. “Bambi Dientes de Leche” es un discurso escénico personal y auténtico que nos hace recordar la importancia de la infancia como fase definitoria de nuestra existencia.

BAMBI DIENTES DE LECHE
Dramaturgia: Antón Araiza
Dirección: David Jiménez Sánchez
Con: Antón Araiza
Central Chopin
Álvaro Obregón #302-A esq. Oaxaca,
Col. Roma
Miércoles 8:30pm
Hasta el 8 de octubre
Duración: 60 mins.

*Dramaturgo

LA DANZA CIRCULAR DE MARÍA:

Una obra desgarradora

Por Artemisa Tellez (@artemisatellez)*
ladanzaMaria

El arte no es un espejo para reflejar la realidad,
sino un martillo para darle forma
Bertolt Brecht

Cuando la realidad es el martillo que nos persigue y nos deforma, que amenaza con destruir nuestro último resquicio de seguridad y de confianza; cuando la violencia y el terror nos rebasan y nos acosa la certeza de que seremos cazados o –aún peor- que seremos los únicos sobrevivientes de nuestro núcleo familiar, de nuestro círculo de amigos, lo que hacemos es cerrar las puertas y las ventanas de la consciencia, fugarnos en fantasías de bienestar o en tareas cotidianas que no nos permiten mirar al acechador a la cara.

En agosto de 2010, 72 personas que pretendían cruzar en autobús la frontera con Estados Unidos fueron secuestradas y posteriormente asesinadas en San Fernando, Tamaulipas ¿La razón? Nadie pudo pagar a sus sicarios la cantidad que exigían a cambio de sus vidas… Hijas, padres, hermanos, madres, personas, seres humanos con nombre, con rostro, con historias e ilusiones que fueron aplastados de un mazazo y convertidos una vez más en una cifra sombría y anónima…

En La danza circular de María el dramaturgo tamaulipeco Medardo Treviño retoma estos hechos violentos encarnándolos en la figura de dos personajes magistralmente construidos: Ángel (Javier Escobar) y María (Ángeles Marín). Él, mercenario del crimen organizado desde su adolescencia, disfruta y padece a un tiempo la vida que decidió llevar. Ella, migrante colombiana en busca de un hijo emigrado a los Estados Unidos, dialoga y baila con su raptor mientras se decide su destino. Este tiempo que se ven forzados a compartir modificará sus vidas y la de quienes asistimos a su encuentro, un encuentro catártico que lastima y que devuelve la humanidad a todas las víctimas anónimas de la guerra en México, las de todos los bandos, edades, nacionalidades, razas y sexo.

Una puesta en escena sustancial bajo la dirección impecable y comprometida de Víctor Carpinteiro. Una obra desgarradora sin la cual quedaríamos confinados a la mediocridad del olvido.

La danza circular de María
Hasta 27 de agosto
Jueves 20:30 hrs.
El Círculo Teatral
Adolescentes y adultos
$200
Estudiantes, maestros y afiliados INAPAM $150

*Escribidora, tallerista y teatrohólica

PERHAPS, PERHAPS… QUIZÁS

La búsqueda del otro, la redención en soledad.

perhaps

Por Pablo Iván García (@garciapabloivan)*

Gabriela Muñoz lleva a cabo un conmovedor espectáculo de clown donde la nostalgia se conjuga con una mirada irónica sobre el romanticismo -en desuso- y el anhelo por la relación marital idílica.

El estrafalario personaje de Greta se presenta frente al público en medio de una habitación elegante, que roza en lo cursi. El vestido de novia avejentado, la cabellera fuera de lo común, unos ojos curiosos e inquietantes que nos conminan a hurgar en una anécdota reconocible, factible… Hay en el ambiente la añoranza por algo que se fue, o más bien, la añoranza por algo que nunca sucederá.

El espectador se involucra inmediatamente, atiende las instrucciones, entra en los deseos contradictorios de la protagonista, quien al parecer sufre porque no puede tener y, paradójicamente, quiere sufrir, por alguien. Un show unipersonal que lo mismo puede arrancar carcajadas que auténtico dolor y compasión.

Carente de diálogos -salvo los intertítulos en el video que se proyecta al inicio-, “Perhaps, perhaps… quizás” es una inmersión con gran sensibilidad, sin perder el sentido del humor, por un pasado perdido, idealizado; la búsqueda incesante del otro y la redención en la propia soledad.

Del espectador se requiere que esté abierto a todas las posibilidades, que esté atento a los detalles y guiños, pero, sobre todo, que rompa con sus ideas preconcebidas sobre la forma en que se debe contar una historia. “Perhaps, perhaps… quizás” es una obra altamente recomendable, sui generis en la oferta teatral de la ciudad.

PERHAPS, PERHAPS… QUIZÁS
Idea original y dirección: Gabriela Muñoz
Con: Gabriela Muñoz (Greta) y Xóchitl Sánchez Santos (Mucama).
Teatro Milán
Calle Lucerna. No. 64
Esquina con calle Milán, Colonia Juárez
Viernes 8:00 pm, sábado 6:00 y 8:00 pm y domingo 6:30 pm
Hasta el 10 de agosto

*Dramaturgo

AQUÍ Y AHORA: SINIESTRA E IMPECABLE

Por Pablo Iván García (@garciapabloivan)*

aquiYahora

Lo siniestro siempre es lo familiar. En el caso de “Aquí y Ahora”, esta premisa se cumple cabalmente. Con una puesta en escena impecable, el texto de la actriz y dramaturga canadiense Catherine-Anne Toupin brilla por su perversidad y una increíble agilidad en los diálogos.

Humberto Pérez otorga una traducción limpia, sin resabios: el texto no se siente, como en otros montajes, solamente “adaptado” o “tropicalizado”, sino que permite en los actores una ejecución y naturalidad envidiables.

Alicia (Mariana Garza) y Benito (Pablo Perroni), un matrimonio joven, acaba de mudarse a un nuevo departamento, donde conocerán a sus singulares vecinos. El planteamiento de Catherine-Anne Toupin es sencillo: generar desconcierto en el espectador: ¿qué interés tiene la señora Julieta (Concepción Márquez), su hijo Francisco (Antón Araiza) y su esposo Gil (Marco Antonio Silva) en los recién llegados?

Las escenas iniciales se suceden, recordándonos el ritmo y tono de las sitcoms norteamericanas. Sin embargo, esta obra va mucho más allá: Toupin propone un texto “sucio”, políticamente incorrecto, que resulta un gran acierto para el espectador ávido de historias inusuales. Ronda en el aire la pérdida de un hijo, la orfandad, el abandono, el hastío doméstico, e incluso el incesto y otras manifestaciones poco convencionales de la sexualidad.

Roberto Paredes, con su trabajo de iluminación, acompaña y adorna cada una de las escenas, cuyas transiciones son claras para el público y tal vez no necesitarían numerarse con supertítulos al fondo del escenario. La escena 9, por otro lado, resulta el mejor motivo para recomendar este montaje.

Diabólica, demencial, esta escena climática involucra a todos los protagonistas de la historia y es una proeza en cuanto a dirección, musicalización y trabajo actoral. Toupin demuestra su talento para alternar en diversos personajes diálogos certeros, aparentemente triviales, pero con un trasfondo emocional ambiguo y oscuro. “Aquí y Ahora” es un trabajo muy logrado, que despierta el interés por seguir de cerca la programación en este nuevo espacio de la ciudad de México: Foro Lucerna.

AQUÍ Y AHORA
Dramaturgia: Catherine-Anne Toupin
Traducción: Humberto Pérez Mortera
Dirección: Hugo Arrevillaga Serrano
Con: Mariana Garza, Pablo Perroni, Concepción Márquez, Antón Araiza y Marco Antonio Silva
Foro Lucerna
Calle Lucerna 64, Col. Juárez
Hasta el 15 de diciembre
Lunes 20:30 pm

*Dramaturgo